Nvidia se ha sacado de la nada esta semana una nueva tarjeta gráfica para el sector profesional, sin que mediaran rumores previos. La Titan V incluye una GPU de arquitectura Volta, y el mismo chip que la mucho más cara Tesla V100, la cual mantiene los 640 núcleos tensoriales para procesamiento de información de inteligencia artificial, que le hace alcanzar una potencia de cómputo en este sector de 100 TFLOPS —un tensor es una entidad algebraica usada mucho en IA—. No está nada mal para una tarjeta profesional de 3100 euros.

Manteniendo 5120 núcleos CUDA de los 5376 que tiene la Tesla V100, también se podrá jugar con ella, pero la mejora con respecto a la GTX 1080 Ti puede estar en un 15 %, por lo que no es una tarjeta gráfica para jugar. La GPU está fabricada con un proceso litográfico de 12 nm en las fundiciones de TSMC. Nvidia abre las puertas a presentar en cualquier momento una nueva generación de tarjetas gráficas basadas en la nueva arquitectura Volta, aunque se rumoreó que la versión de consumo se llamaría Ampère, que sería un chip distinto ya que no tendría los núcleos tensoriales y cambiaría la memoria por GDDR5, GDDR5X y GDDR6.

Siguiendo con las tarjetas gráficas, AMD ha confirmado que existen dos versiones de la RX 560 en el mercado, y que no están suficientemente identificadas por parte de los fabricantes de tarjetas gráficas. La RX 560 original dispone de una GPU de 16 unidades de cómputo mientras que la nueva —o no tan nueva, ya que la empezó a aparecer al final del verano— dispone de una GPU de 14 unidades de cómputo, lo que la da en torno a un 12 % menos de rendimiento. AMD ha prometido solucionar el problema de comunicación, pero puede que alguno comprara una RX 560 pensando que tenía cierta potencia, y no llegará a ella.

Por otro lado, Microsoft y Qualcomm han presentado esta semana los primeros portátiles que usan la versión completa de Windows 10 y usan un procesador Snapdragon 835. Esto les dota de una autonomía de hasta 22 horas, aunque por ahora solo hay dos modelos anunciados, uno de HP y otro de ASUS. El primero es un convertible, mientras que el segundo es una tableta que llegará en torno a la primavera de 2018. El convertible de ASUS llegará en breve por un precio desde 599 dólares.

Qualcomm también ha presentado el Snapdragon 845, que vuelve a estar fabricado en las fundiciones de Samsung, y llegará en unos meses en teléfonos de gama alta. Tiene un 25 % más de rendimiento general, un 30 % más de potencia gráfica y un 30 % menos de consumo, capaz de grabar vídeo a 4K y 60 FPS, e incluye un chip para la ejecución de redes neuronales para mejorar a través de la inteligencia artificial diversos apartados de un teléfono, como la captura de imágenes. Por lo demás, se trata sobre todo de una mejora incremental sin nada realmente nuevo en su interior.

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