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AMD ha estado poniendo a la venta poco a poco desde el verano los cuatro modelos de procesadores Ryzen Threadripper. Los dos últimos van a llegar a la vez, y será el próximo 29 de octubre, siendo ambos las versiones venidas a menos de los dos puestos a la venta anteriormente.

Intel empezó a reconvertir sus fábricas con la maquinaria necesaria para producir obleas con un proceso litográfico de 10 nm, pero un último retraso en el segundo trimestre del año situó la llegada de estos chips a mediados de 2019, indicando que estarían en equipos preensamblados para la campaña de Navidad. Esa reconversión de fábricas y un aumento de la demanda en el sector de los centros de datos y consumo de los procesadores Xeon y Core ha hecho que el proceso de 14 nm no dé a basto para producir obleas.

Si los rumores son correctos, puede que en unos días Intel presenta los primeros procesadores de sobremesa de su 9.ª generación Core, y eso significa la llegada del Core i9-9900K. Como anécdota casi irrelevante respecto a su rendimiento estaría el diseño de su caja, que aparentemente ha sido publicada en Amazon EUA. El procesador estaba listado por un PVP de unos 582 dólares, si bien el PVPR podría rondar los 450 dólares.

Los procesadores de Intel no han hecho más que subir de precio en las últimas semanas, debido a varios factores que se han conjurado en contra de la compañía. Por un lado, ha aumentado durante 2018 las ventas del sector PC, lo que ha provocado una mayor demanda de procesadores Core, su línea generalista. Pero con el crecimiento de los centros de datos para productos relacionados con la inteligencia artificial, también ha aumentado la demanda empresarial de los Xeon. Habla de un 25 % más de ventas a centros de datos, y un 43 % más de ingresos.

ARM es una empresa que genera propiedad intelectual para que terceros la usen en la creación de sus procesadores, y por eso intenta abarcar el máximo de nichos de mercado posibles. Uno que tiene cada vez más relevancia es el de los automóviles y la conducción autónoma, y para ello ha anunciado el núcleo Cortex-A76AE, que además es el primero en integrar políticas de seguridad que son imprescindibles para superar las fuertes exigencias de seguridad del sector automovilístico.

Apple mantiene por ahora el título de tener el procesador de móvil más potente del mercado con el A12 Bionic usado en los nuevos iPhone. Es un chip que está fabricado con el proceso litográfico de 7 nm de TSMC, frente al de 10 nm de TSMC usado el año pasado en el A11 Bionic. Las mejoras de consumo y rendimiento están ligadas a ese mejor proceso de fabricación, si bien también ha modificado ciertos aspectos de la arquitectura interna para optimizarla.

VIA ha estado resucitando la propiedad intelectual que tenía procedente de la compra de Cyrix, y lo ha hecho a través de una compañía llamada Zhaoxin. Ya en enero estuvo anunciando los planes de sus próximos procesadores, y esta empresa, Zhaoxin, es diseñadora de chips centrada hasta ahora en sistemas en chip (SoC) sobre todo, pero está apuntando a mejorar sustancialmente la potencia de sus procesadores, basados en la arquitectura x86.

Mientras Intel soluciona sus problemas de producción de procesadores, que está motivando una enorme subida de precios, AMD está cosechando el buen hacer con sus procesadores Ryzen. Es la gran beneficiada de la situación, porque no parece que haya mucha gente interesada en comprar un Core i7-8700K por 450 euros cuando hace un par de meses estaba a 300 euros. Ese aumento del 50 % de precios, y en algunos modelos concretos es incluso superior, ha hecho que los procesadores de AMD se vendan mucho más en las últimas dos semanas.

Ya comenté el hace una semana la escalada de precios que están teniendo los procesadores de Intel, y no parece que vaya a parar pronto. Eso está teniendo un efecto positivo en las ventas de procesadores Ryzen, pero negativo también ya que el aumento de demanda está haciendo que los Ryzen también suban de precio, aunque de manera más discreta. De ello hablaré en otro artículo viendo cómo están evolucionando el mercado de los procesadores.

Intel tiene un problema muy gordo por delante, y uno que se va a notar en sus ingresos del tercer trimestre, pero sobre todo del cuarto trimestre como no haga algo para atajarlo. Los precios de sus procesadores se están disparando, como han apuntado desde hace semanas multitud de rumores, y esta semana es cuando está entrando en efecto ese vaticinado aumento de precios