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La anunciada compra de Arm por parte de NVIDIA está siendo supervisada por las agencias de Competencia a nivel mundial, y en esa evaluación también es importante los posibles apoyos que tenga NVIDIA para que la adquisición fructifique. De momento la compra ha sido pintada de grises y negros por la competencia de NVIDIA, pero han salido en su defensa varias empresas importantes, todas licenciatarias de la arquitectura ARM.

Una de las mayores polémicas de los últimos tiempos en el terreno de la empresas tecnológicas ha sido los deseos de NVIDIA de comprar Arm. Se trata de la principal empresa de chips gráficos y la principal arquitectura de procesadores, y no está muy claro que vaya a completarse. Los reguladores de distintos países han iniciado investigaciones profundas en los posibles efectos de que NVIDIA posea Arm y están pendientes de publicar las resoluciones. Eso puede ir desde trocear Arm y que NVIDIA solo compre una parte de la compañía para aprobar la compra a denegarla totalmente.

La inglesa Arm ha anunciado nuevos núcleos basados en la arquitectura ARMv9 con los que promete la fundación de cambios importantes en años sucesivos, y para acompañarles llega también toda una variedad de unidades gráficas Mali. Son cuatro en total: Mali-G310, Mali-G510, Mali-G610 y Mali-G710. Cada una tiene producto objetivo distinto, y hay que tener en cuenta que Arm tiene que ir desde móviles hasta PC pasando por centros multimedia.

La empresa inglesa Arm ha estado avanzando detalles de su arquitectura ARMv9, la muy necesaria evolución de ARMv8 la cual ya iba por la década de existencia. Mucho ha evolucionado el sector de la computación en estos años, gravitando hacia la inteligencia artificial y haciendo necesario novedades en el conjunto de instrucciones base de la arquitectura ARM para modernizarse. Al final se ha ido adaptando con extensiones —p. ej. SVE2—, pero no es lo mismo. Ahora la compañía ha anunciado tres nuevos tipos de núcleos para las próximas generaciones de sistemas en chip, con la novedad de que es tanto para móviles como comptadoras.

ARM presentó en septiembre del año pasado las plataformas Neoverse V1 y Neoverse N2 para inteligencia artificial, y ha aprovechado la reciente presentación de ARMv9 para dar más detalles de ambas plataformas. Tenéis un artículo completo en AnandTech entrando a detallar los cambios de la arquitectura en base a la información nueva; me voy a centrar en la información más general dada por la compañía en su web, que es más fácil de digerir.

El anuncio del principio de acuerdo para la compra de ARM por parte de NVIDIA ha sido acogido con pavor en el mundo de la tecnología. Que uno de los principales diseñadores de chips como es NVIDIA controle una arquitectura usada por su competencia desató todas las alarmas. Aun así, Jensen Huang, el director ejecutivo de NVIDIA, ha dicho en una entrevista que espera que la compra se cierre en 2022. Pero las voces que están en contra del acuerdo son cada vez más, y sobre todo en los gobiernos.

La empresa inglesa ARM es la responsable de una microarquitectura del mismo nombre y que llevaba años estancada en la versión 8. Ahora ha anunciado una importante evolución con la versión 9 (ARMv9), que viene a renovar toda la arquitectura para los tiempos que corren, poniendo el foco en un sistema escalable, seguro y apto para inteligencia artificial. Como las anteriores, es una arquitectura que sirve para todo, desde sensores puntuales de una red de motas hasta los grandes servidores de los centros de datos.

NVIDIA cerró un principio de acuerdo con la japonesa Softbank para quitarle de las manos la compañía británica ARM. El montante sería de unos 40 000 millones de dólares que permitirían a Softbank sacar un cierto beneficio a la compra de esa compañía hace unos años por 32 000 M$ a la vez que mejoraría la liquidez de la empresa. Pero como toda gran compra debe contar con el visto bueno de las agencias reguladoras de competencia de los países en los que operan, y no está claro que NVIDIA consiga el visto bueno sin hacerles multitud de concesiones.

Desde hace unos años se viene hablando de que la arquitectura x86 ya no da más de sí en el sector PC puesto que arrastra ciertas limitaciones de diseño por ser un producto aparecido hace más de cuarenta años, y la primera compañía en trascenderla ha sido Apple con sus procesadores ARM para sus PC, los Mac. Tampoco es una arquitectura nueva ya que apareció en 1985, pero desde 2009 su evolución ha hecho que poco tenga que ver con la arquitectura original. Lo que resuelve sobre todo esta arquitectura es el alto consumo de la x86, y en los tiempos modernos eso es prioritario.

Microsoft no le hace ascos a la arquitectura ARM y buena prueba de ello es la colaboración con varios fabricantes de portátiles y con Qualcomm para hacer que Windows 10 funcione perfectamente en esta arquitectura. Incluso Microsoft tiene sus propios procesadores personalizados ARM denominados SQ1 y SQ2. El problema de esta versión de Windows es básicamente de disponibilidad de aplicaciones específicas para esta arquitectura y que no tiene emulación para aplicaciones x86-64. Al menos esto último se va a solucionar en breve.