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Arm es la encarga de avanzar las arquitecturas de CPU y GPU más usadas en el mundo gracias a la proliferación de los móviles de la última década. Ahora está preparando las unidades gráficas para la próxima ronda de juegos que integrarán trazado de rayos en móviles, y eso significa Immortalis-G715, una GPU con unidades específicas de trazado de rayos como tienen las GPU de AMD y NVIDIA. Además, están las nuevas GPU llamadas Mali-G615 y Mali-G715, que se diferencian en el número de núcleos de los que se componen, hasta seis la primera y de siete a nueve la segunda.

A mediados del año pasado surgieron rumores de que Qualcomm podría mover la creación de un consorcio para adquirir a Arm si la compra por parte de NVIDIA no salía adelante. Como finalmente NVIDIA tiró la toalla, ahora vuelven esos rumores aunque con algo mas concreto ya que el director ejecutivo de la compañía, Cristiano Amon, ha comentado dicha posibilidad en una entrevista para el Financial Times, aunque ha asegurado que no ha hablado de ello con Softbank, la propietaria de Arm.

La compañía inglesa Arm, responsable de la arquitectura ARM, ha tenido en los últimos años una trifulca con la empresa conjunta con la que operaba en China, lo que le llevó a despedir a su director ejecutivo. Pero Allen Wu se negó a abandonar su puesto y eso ha llevado a dos años de trifulcas legales. Parece que finalmente la situación se ha resuelto (o no) con una votación favorable del consejo de administración que retirar a Wu de su puesto y pone en su lugar a codirectores ejecutivos.

NVIDIA no consiguió cerrar la compra de Arm debido a la oposición de multitud de compañías del sector de la electrónica y por tanto Softbank se ha tenido que quedar con ella. Pero ha salido un comprador interesado inesperado como es SK Hynix, la compañía surcoreana dedicada principalmente a la producción de chips de DRAM y NAND. Eso sí, no haría la compra por sí sola sino a través de un consorcio con más compañías del sector.

Softbank ha visto como fracasaba su plan de vender Arm a NVIDIA. La idea era la de conseguir efectivo, obteniendo además unos buenos beneficios respecto al precio al que compró la compañía. Ahora Softbank está en la difícil posición de hacer que Arm sea más atractiva a potenciales compradores con dinero, que en realidad no son muchos. Un primer paso tendría que ver con el despido de hasta mil empleados de la compañía, el 15 % de su plantilla actual.

Los procesadores de Intel y aquellos basados en ARM son vulnerables a una nueva variante de Spectre v2 llamada BHI (inyección de histórico de salto). Como siempre, las compañías están enfrascadas en distribuir mitigaciones para este problema, pero va a mermar el rendimiento de los equipos. Al menos no tanto en el plano del procesamiento en general sino más bien en el plano del acceso al almacenamiento.

Las vulnerabilidades Spectre y Meltdown dejaron muy dañada la reputación de Intel en el terreno de la seguridad, a la vez que las mitigaciones redujeron notablemente el rendimiento en los procesadores de menos núcleos. También afectaban a otros procesadores que hacían uso de la ejecución especulativa como ciertos modelos de Qualcomm y Apple, y en menor medida a los de AMD. Después de eso han llegado variantes de todo tipo, y la última se llama inyección de histórico de salto (BHI, branch history injection), también llamada Spectre-BHB.

El presente de los procesadores son los chíplets, varios chips interconectados bajo un mismo encapsulado. El futuro es que se puedan mezclar chíplets de distintos fabricantes haciendo todos uso del mismo tipo de interconexión, y de esa necesidad ha surgido el Consorcio UCIe (interconexión de chíplets universal exprés).

Tras el fracaso en la adquisición de Arm por parte de NVIDIA es hora de reconducir la situación de la empresa. Al menos es lo que ha pensado su propietaria, Softbank, al nombrar a Rene Haas como el nuevo director ejecutivo de Arm. También ha sido nombrado miembro del Consejo de Dirección de la compañía, por lo que estará más implicado que nunca en las estrategias a largo plazo y en la gestión de la compañía.

NVIDIA lleva intentando más de un año comprar la empresa británica Arm a su matriz japonesa Softbank, pero ha sido una lucha que se le había puesto muy cuesta arriba. La operación iba a ser de 66 000 millones de dólares, con un importante beneficio para Softbank la cual intentaba conseguir efectivo con esta operación. Finalmente NVIDIA ha tirado la toalla, anunciando que da por rota la oferta de compra a Softbank.