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Cadence es una de las dos principales compañías que se dedican al desarrollo de programas de diseño y optimización de chips. Ha querido reforzar su posición con la adquisición de la sección Artisan de Arm que concentra el diseño y optimización de chips para diversas fundiciones del mundo. No se ha indicado la cantidad de la compra, pero en algún momento se tendrá que hacer porque son empresas que cotizan en bolsa y van a tener que pasar por el escrutinio de los Gobiernos de medio mundo.

En los últimos años, la adopción de procesadores con arquitectura de Arm ha crecido notablemente en el sector de los centros de datos, impulsada por la búsqueda de mayor eficiencia energética y rendimiento, especialmente con el auge de la inteligencia artificial. Ahora, Arm Holdings ha afirmado que prevé alcanzar el 50 % del mercado mundial de procesadores para centros de datos a finales de 2025.

El escalado de imagen no es algo novedoso porque se lleva haciendo desde hace décadas, pero NVIDIA le dio una vuelta de tuerca al introducir una basada en redes neuronales con DLSS. Desde entonces han ido apareciendo otros escalados avanzados, tanto espaciales (sin IA) como temporales (con y sin IA) por parte de diversos desarrolladores (AMD, Apple, Qualcomm, etc.), y ahora le ha tocado el turno a Arm y su Accuracy Super Resolution (ASR). No es algo nuevo, pero sí lo es que lo ha finalizado, abriéndolo a los desarrolladores para que lo integren en sus juegos.

Arm es la empresa británica, perteneciente al entramado japonés de SoftBank, que posee la arquitectura que se usa en los procesadores de casi todos los móviles inteligentes que se han vendido desde el iPhone, así como en tabletas y algunos PC, principalmente los de Apple. Se dedica a licenciar sus arquitecturas, aunque tiene que crear procesadores con los que probarlos. De hecho, las licencias incluyen los diseños para litografías específicas, así que es habitual que Arm diseñe procesadores. Lo que es extraño es que los comercialice, porque nunca lo ha hecho, y en ello estaría con un procesador para centros de datos.

Apple fue la primera compañía en tomarse en serio los procesadores de arquitectura ARM para el sector PC, y eso fue en 2020. La principal ventaja que tienen es la del consumo, con bastante mayor rendimiento por vatio que los procesadores x86, la cual es muy útil para portátiles y tabletas con sistemas operativos de sobremesa. No fue hasta el año pasado que Qualcomm se introdujo en este sector con los Snapdragon X en un puñado de portátiles, y no han sido precisamente un éxito de ventas. Así que los analistas siguen revisando sus expectativas de ventas, y no son halagüeñas para Qualcomm.

Arm y Qualcomm están inmersos en un culebrón legal a costa de la adquisición de Nuvia, que se centra en que no se podía transferir automáticamente lo desarrollado por Nuvia a Qualcomm sin la aprobación de Arm —y sin pasar por caja—. Durante la semana pasada se desarrolló el juicio de esta disputa que podría haber llevado a Qualcomm a borrar los núcleos Oryon que usa actualmente en sus procesadores para el sector PC pero se ha librado de ello. Un jurado ha dictado que el uso que ha hecho Qualcomm de los núcleos Oryon no viola sus términos de licencia de Arm.

Microsoft quiere que Windows 11 pueda funcionar a la perfección en distintas arquitectura de procesadores y por ello ha lanzado la versión definitiva de Windows 11 para ARM. Esta versión está presente previamente en equipos como los que incluyen los Snapdragon X de Qualcomm, pero el que esté disponible finalmente la ISO abre la puerta a que se pueda virtualizar más fácilmente y con mejor rendimiento en equipos con procesador ARM, en lo cual incluyo sistemas con Linux pero también con macOS.

Qualcomm es una empresa con mala reputación en sus prácticas competitivas y que le valió hace no tantos años diversas investigaciones gubernamentales por abuso de posición dominante con el resultado de varias sanciones impuestas. Así que siguiendo con esas prácticas, tras la compra de Nuvia tuvo problemas legales con Arm, hasta el punto de que le exigió que destruyera la propiedad intelectual desarrollada. Es básicamente la arquitectura de los núcleos Oryon de los Snapdragon X y el Snapdragon 8 Elite recién anunciado. Como no lo ha hecho, Arm ha decidido revocarle la licencia de explotación de la arquitectura ARM a Qualcomm.

Valve ha estado trabajando muy duro en la última década en mejorar el juego en Linux, aunque no ha sido hasta la llegada del Steam Deck cuando la compañía realmente ha conseguido hacerlo realidad. Lo hace a través de la capa Proton que traduce los juegos de DirectX 12 a Vulkan, y lo hace tan bien que en algunas ocasiones rinden mejor en Linux que en Windows. Pocas, pero ocurre, y el resto no se quedan muy lejos de rendimiento. Otros juegos no funcionan, pero son cada vez menos a medida que la compañía trabaja en la compatibilidad. Y en este último apartado, está trabajando en una versión de Proton para la arquitectura ARM64.

El futuro del PC pasa por la convivencia en buen grado entre las arquitecturas ARM y x86, cada una con sus ventajas e inconvenientes, mientras llega alguna arquitectura nueva para sustituirlas. Pero Arm podría estar desarrollando además una GPU más potente que las actuales que tiene la compañía para el sector de los móviles con la que competiría directamente con AMD, NVIDIA o Intel, pero también con Apple porque sería una GPU a licenciar para usar en otros procesadores de arquitectura Arm.