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Los rumores, rumores son, y no todo lo que llega a internet tiene muchas veces sentido. Es lo que ha ocurrido con una transparencia de la empresa Mitac, dedicada a sistemas empotrados, en la que se muestra que la compañía va a poner en el mercado en el segundo trimestre de 2020 sus equipos con procesadores Core de generación Comet Lake que conformarán la sucesora de los Coffee Lake S. Pero es difícil decir que estos procesadores lleguen entonces, aunque pudiera ser lo que se entendiera de ella.

La memoria Optane, el nombre comercial de las soluciones con memoria 3D XPoint de Intel codesarrollada junto a Micron, ha tenido una lenta evolución y no ha salido nada beneficiada por los problemas de producción de chips de Intel ni por la separación de caminos entre ambas compañías. Intel quiere centrarse en el sector consumo y Micron en el empresarial, y eso necesita memoria 3D XPoint ligeramente distinta. La mejor muestra de la orientación a sector consumo es que Intel finalmente va a permitir usarla con los Celeron y Pentium.

En torno al verano, u otoño si las cosas no van bien, Intel debería presentar los procesadores de 10.ª generación denominados Ice Lake. La principal novedad en realidad no estará en el proceso de fabricación, nuevo pero poco novedoso, sino en la unidad gráfica integrada (iGPU) que incluirán. Será la undécima generación (gen. 11) y está destinada a hacer a estos procesadores más competitivos en el terreno de potencia gráfica con respecto a las unidades de procesamiento acelerado (APU) de AMD.

Intel está preparando su desembarco en el sector de las tarjetas gráficas, que ocurrirá en algún momento de 2020, pero está sabiendo generar expectación al respecto. Y no quiero decir que sea una táctica muy aemedera y que la ha practicado mucho Raja Koduri, antes en AMD y ahora en Intel, que podría. Por eso en la GDC ha mostrado dos posibles diseños de estas tarjetas gráficas que está barajando la compañía.

Intel ha aprovechado la GDC para hacer varios anuncios relacionados con el mundo de los videojuegos, empezando por el nuevo centro de control de sus controladores gráficos. Pero debido a que la actual serie de procesadores de 8.ª generación para portátiles de alto rendimiento, serie Coffee Lake H, lleva desde hace casi un año en los equipos, ha querido dejar claro que los de 9.ª generación llegarán «muy, muy pronto».

Intel está pavimentando el camino hacia la puesta a la venta de sus tarjetas gráficas dedicadas, que ocurrirá en algún punto del próximo año, y uno de los pasos que tenía que dar es un nuevo centro de gestión de sus controladores. Ha sido anunciado en la Game Developers Conference (GDC) como el Graphics Command Center y que está disponible a través de la tienda de aplicaciones de Windows 10.

Intel está pendiente de anunciar nuevos procesadores de 9.ª generación, todavía estancados en un proceso de fabricación de 14 nm, mientras termina de perfilar su proceso de 10 nm. Entre todos ellos habrá modelos sin unidad gráfica integrada (serie -F) además de los que incluyen desbloqueo de multiplicadores para subir frecuencias (serie -K) y la mezcla de ambos (-KF). Pero ha aparecido una primera referencia a un Core i9-9900F en SiSoft Sandra que no tendría unidad gráfica integrada y tampoco estaría desbloqueado.

El desarrollo de los controladores para Linux tienen una clara ventaja de ser de carácter abierto y por tanto todo se hace con luz y taquígrafos. En una de las últimas actualizaciones de los controladores de procesadores Intel para Linux han aparecido referencias a los procesadores Comet Lake, haciendo referencia tanto a procesadores de sobremesa como de portátiles.

Una de las cosas que hizo bastante bien Raja Koduri en su paso por AMD fue el desarrollo de una nueva versión del programa de gestión de los controladores de la compañía, el Radeon Software. Esa experiencia la va a llevar a los equipos con unidades gráficas integradas de Intel, aunque es un paso previo a la llegada el próximo año de las primeras tarjetas gráficas dedicadas de la compañía.

Intel ha estado trabajando desde mediados del año pasado en cubrir la demanda de sus procesadores en todos los sectores. Un nuevo retraso en la llegada de los procesadores creados a 10 nm, con varias de sus instalaciones ya preparadas para este proceso, fue uno de los motivos por los que el aumento de demanda de procesadores le dejó sin espacio de maniobra. Ha estado trabajando en los últimos meses en aumentar su producción.