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EUA se ha centrado en los últimos años en vetar la venta de maquinaria litográfica puntera a China, y esos son los escáneres de luz ultravioleta extrema (UVE) y toda la maquinaria relacionada. Eso ha hecho que las compañías chinas disparen la compra de maquinaria litográfica de ASML, la principal del mundo con más del 70 % del mercado, que no está dentro de las prohibiciones. Principalmente la de luz ultravioleta profunda (UVP), que sirve para producir a 14 nm, o incluso menos usando técnicas como la de patrones múltiples y siempre que se acepte una menor productividad.

EUA tiene una larga lista negra de compañías chinas que no pueden tener acceso a tecnología estadounidense. A ella se unión YMTC el año pasado, uno de los fabricantes de NAND 3D más importantes del mundo, y desde entonces está intentando levantar cabeza. Al cerrarle el grifo de la maquinaria occidental y japonesa, la compañía ha tenido que ingeniárselas para expandir su producción con otra maquinaria o buscando formas de saltarse las sanciones. En ello lleva ya invertido 7000 millones de dólares en un solo año.

Mientras que los EUA intentan poner trabas a que China desarrolle procesadores más potentes que ellos para inteligencia artificial, China está a otras cosas más importantes como es la computación cuántica. EUA no tiene todavía un programa de satélites cuánticos bien establecido, China lanzó su primer satélite cuántico experimental en 2016 (Micius), EUA el año pasado, y la Unión Europea lo va a hacer el próximo año. Ahora China ha indicado que se prepara para poner en órbita más satélites, pero a mayor altura.

YMTC es una empresa china que posee una arquitectura de memoria NAND 3D que poco tiene que envidiar a la usada por Micron, SK Hynix o Samsung. Es por lo que Apple valoró usar sus chips de NAND 3D para los iPhone de China antes de que a Biden le diera por incluirla en la lista de empresas vetadas por el Gobierno estadounidense. Eso ha hecho que se le corte el acceso a la maquinaria litográfica que necesita para expandir su capacidad de fabricación, pero no ha evitado que haya puesto en manos de sus clientes su NAND 3D de 232 capas.

Dentro de los EUA hay una corriente de pensamiento en la que se cree que las sanciones funcionan para conseguir los objetivos del poder en las sombras. Da igual que esté Trump o Biden al mando, esas sanciones se han ido imponiendo a China con el pretexto de ralentizar su desarrollo de chips de inteligencia artificial. El problema es que lo ha conseguido solo parcialmente, eso es evidente, pero también ha causado un problema como es que ha espoleado el desarrollo de litografías punteras y maquinaria propia para eliminar su dependencia del exterior. TSMC es consciente de ello y por eso su vicepresidente Burn J. Lin ha indicado que es imposible que las sanciones eviten que China mejore sus tecnologías de chips.

Los planes de China para ser autosuficiente en el terreno de la producción de chips no se van a cumplir, pero aun así en los últimos años ha aumentado enormemente su capacidad de producción de chips. Principalmente de aquellos producidos en litografías maduras, entendiéndose por ello las de 28 nm o más, al menos según el criterio de Trendforce, la cual estima que para finales de este año China producirá el 29 % mundial de chips en estas litografías maduras.

Biden se ha dado cuenta de que los actuales vetos de exportación de aceleradoras gráficas a China no están surtiendo el efecto buscado. Sobre todo porque NVIDIA se ha asegurado de crear tarjetas con justo la potencia como para no caer dentro del veto gubernamental. Eso llevó a que de las A100 y H100 creara la A800 y H800 específicas para China, con limitaciones por ejemplo al ancho de banda o cantidad de memoria incluida. Ahora, Biden y sus acólitos han prohibido a NVIDIA vender estas aceleradoras y otras tarjetas gráficas potentes a China.

La guerra tecnológica (y económica) en curso entre China y EUA ha levantado las suspicacias de aquellas empresas que los Estados Unidos de América intenta que abran nuevas fábricas en el país. Una de las medidas de los EUA más polémicas fue la prohibición de que las empresas que accedieran al fondo CHIPS estadounidense pudieran expandir sus fábricas de producción de chips en China. Todas las empresas importantes de semiconductores tienen alguna fábrica en suelo del gigante asiático, así que Samsung o SK Hynix presionaron para que hubiera un cambio de opinión del (des)gobierno de Biden. Y lo han conseguido.

El sector chino de la producción de chips está viviendo un desarrollo rápido debido a la inyección de dinero que el Gobierno chino ha metido en él en los últimos años para evitar las sanciones estadounidenses o para autoabastecerse. El punto candente de toda la industria china es la producción de maquinaria propia. Si bien Huawei está terminando de probar su escáner litográfico para fabricar a 14 nm, será mayormente para uso propio. De momento. Sin embargo, la empresa Shanghai Micro Electronics Equipment (SMEE) va a empezar a instalar en fundiciones los primeros escáneres para fabricar a 28 nm.

China ha hecho grandes avances en la producción local de chips, pero se ha quedado lejos de los objetivos del Hecho en China 2025. Aun así, se trataba del segundo tramo en la financiación de empresas para la producción de chips, lo incluye todo, desde procesos litográficos hasta maquinaria litográfica. El nuevo tramo, que debería de estar aprobado en unos meses, cubriría las subvenciones hasta 2029, pero China tendría problemas para asegurar e invertir la financiación.