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China lleva unos años persiguiendo oficiosamente a las criptodivisas, sobre todo a la criptominería para intentar paliar parte de los problemas energéticos que tiene, y ha dificultado el cambio de divisas y las transacciones. Solo hace unos meses que hizo movimientos oficiales hacia su prohibición, indicando a los bancos chinos que no aceptaran transacciones en criptodivisas y haciendo redadas extraoficiales para desbaratar criptominas de alto consumo de energía pero contaban con el plácet del Gobierno porque no estaban oficialmente prohibidas.

China inició en mayor una campaña contra la criptominería que llevó a que en julio el peso del país en el sector se redujera notablemente y que el mercado de segunda mano se inundara de tarjetas gráficas. Tras el bajón inicial, el sector se ha recuperado, intensificándose la minería en otras partes del planeta. El problema continúa, pero China ha redoblado esfuerzos para expulsar totalmente a este nuevo sector económico de sus fronteras.

El tema del espionaje industrial deja de vez en cuando grandes titulares cuando implica a grandes empresas como Samsung y LG Display, pero puede pasar más desapercibido cuando afecta a empresas tecnológicas más discretas. En este caso Micron no es una desconocida para el tecnófilo pero probablemente sí para el público general, aunque Hefei Zhiju seguramente no le suene a nadie. Es una compañía china dedicada a la fabricación de chips implicada en un caso de espionaje industrial a Micron.

Desde hace unos años las tecnológicas quieren diversificar su producción para no depender de China. Los sucesivos vetos estadounidenses a empresas del país han asentado cierto temor a represalias por parte del Gobierno chino o a que la actitud estadounidense se recrudeciera. Pero también hay empresas que buscan regiones donde el coste de producción sea menor porque en China ha aumentado significativamente en los últimos años. Muchas han puesto la mirada en Vietnam, la nueva región de bajo coste para la producción, pero la migración de producción tiene sus problemas.

En los próximos meses China va a dar muchos titulares similares al actual ya que su expansión en la producción de chips se va a notar hasta final de año, momento en el que probablemente acelerará la expansión de producción de sus empresas de semiconductores como harán el resto de compañías del mundo. Si en junio en China se produjeron 30 800 millones de chips, en julio se han producido aún más llegando a la cifra de 31 600 millones.

La continua expansión de producción que está llevando a cabo China con el debido espoleo por parte de su gobierno central le está proporcionando grandes resultados. La idea es ser autosuficientes en el terreno de la producción de chips para 2025, y puede que lo consiga teniendo en cuenta que ya se producen 1000 millones de chips diarios en el país asiático. La cifra producida en lo que va de año alcanza los 171 200 millones de chips, y solo en junio se produjeron 30 800 millones de chips según el informe publicado por el dominical South China Morning Post, perteneciente al conglomerado de Alibaba.

Tras años de una cierta permisividad frente a las criptodivisas, China finalmente ha tomado la decisión de acabar con las enormes operaciones de criptominado del país. Se alegan razones de blanqueo de capitales y otros ilícitos, pero también está relacionado con los problemas energéticos y apagones que ocurren en el país. En los últimos tiempos China ha sido la principal potencia criptominera del mundo, pero incluso antes de esa campaña que ha iniciado su Gobierno contra las criptodivisas ya estaba perdiendo terreno.

El sector chino de la criptominería pasa por un momento peliaguado tras la campaña contra él que ha emprendido el Gobierno del país. Se han cerrado decenas de macrooperaciones de minado a lo largo y ancho del país por distintas razones que incluyen evitar el blanqueo de dinero, su uso en negocios ilícitos y reducir el consumo de energía del país. Algunas operaciones se han movido a otros países con energía barata, pero la mayoría han optado por vender sus equipos lo antes posible.

Desde hace semanas algunos distribuidores y asociaciones de empresas de distribución están avisando del aumento de chips falsificados debido a la sobredemanda de chips por la que pasa el mundo entero. Ahora el problema se empieza a ser más visible con algunos sondeos de mercado que se están realizando en China, un país en el que la circulación de productos falsificados es un problema común.

La nueva geopolítica está poniendo el foco en Oriente y la dependencia que Occidente tiene en la producción de chips en la región. Los países de la Unión Europea y EE. UU. están buscando expandir el número y capacidad de producción de las fábricas de semiconductores viendo que China está buscando la autosuficiencia de producción. Por eso no es raro que el Gobierno de los EE. UU. proceda a presionar a compañías como TSMC para que reconsideren la expansión de producción que pueda beneficiar a China.