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Valve ha estado desarrollando en los últimos años un nuevo juego de un género considerado jugoso para las desarrolladoras si consigue ser exitoso. Artifact es un juego de cartas y, por tanto, Valve podrá hacer gran cantidad de dinero con relativamente poco desarrollo una vez que el juego esté en Steam a través de proporcionar expansiones con nuevas cartas y cambios en las mecánicas de juego.

Una de las ventajas que plantea el conector USB tipo C son los modos alternativos de funcionamiento, ya que pueden ser los que la industria decida que sean. Los ya asentados son de suministros de hasta 100 W, la transmisión de datos USB 3.1 o Thunderbolt, audio digital, y otros. Ahora se ha añadido un nuevo estándar de la industria de la realidad virtual con la intención de unificar en un solo USB tipo C la señal de vídeo, datos y alimentación de las gafas.

Un año más, Valve ha dado comienzo a las rebajas de verano de Steam, que estarán activas hasta el próximo 5 de julio. Son dos semanas en las que simplemente se mantendrán las ofertas, sin excesivos alicientes para entrar a diario a comprar más. Las ofertas destacadas del día se irán escogiendo entre las ofertas disponibles durante estas dos semanas, y poco más.

La aplicación de Steam está anclada en el pasado, y está pidiendo a gritos un cambio completo. Mientras tanto, Valve le está añadiendo ñapas y la última está referida al sistema de chat, actualizándolo en funcionalidades. La primera y más importante es la posibilidad de crear chats de grupo y mantenerlos guardados en su propio apartado dentro de la nueva ventana de chats.

Los investigadores están cada vez más activos a la hora de encontrar vulnerabilidades en todo tipo de programas y sistemas operativos, sobre todo por la necesidad de muchos de ellos de labrarse una reputación. Tom Court, de Contextis, no es ajeno a ello aunque la empresa de ciberseguridad en la que trabaja, Contextis, sea una multinacional. Court encontró una vulnerabilidad en el cliente de Steam que se puede calificar de muy grave.

Valve ha hecho pocos movimientos en el terreno de los videojuegos de manufactura propia en los últimos años, más allá de centrarse en Dota 2 y anunciar Artifact, un nuevo juego de cartas. Se ha centrado sobre todo en hardware y la realidad virtual, con el desarrollo de experiencias o juegos cortos para ella. Quizás eso cambie un poco ya que la compañía ha anunciado la adquisición de Campo Santo, el estudio de desarrollado responsable de Firwatch, que está muy en la línea de lo que Valve está haciendo en los últimos tiempos.

Uno de los problemas para que las gafas de realidad virtual dejen de ser un nicho de mercado es el precio que tienen algunos modelos, aunque hayan bajado sustancialmente desde 2016. El otro es la necesidad de tener un PC medianamente potente, aunque durante 2017 se han introducido medidas para poder usar tarjetas gráficas menos potentes, Valve va a introducir una medida más al kit de desarrollo de Steam VR: autoescalado de resolución.

Valve ha estado tomando diversas medidas en el último año para hacer que los análisis y opiniones que dejan los usuarios de los juegos que están a la venta en Steam sean fiables. Con ello quiere evitar situaciones en las que, tras alguna polémica puntual, los jugadores se lancen masivamente a votar negativamente un juego que, por otro lado, sea bastante bueno. Pero también quiere evitar el caso en el que se infle artificialmente la puntuación de los juegos. Por eso cuando encuentra desarrolladores que las trucan, no tiene piedad con ellos.

AMD está buscando aliados en todas partes, y el siguiente en presentarse a sus filas ha sido Valve. El sistema TrueAudio Next (TAN) de AMD usa una técnica de filtrado avanzado conocido como convolución de alto rendimiento para ejecutarse sobre las tarjetas gráficas compatibles de la compañía —series R9 Fury, RX 400, RX 500 y RX Vega—. Los desarrolladores pueden reservar una parte de la potencia de la unidad de procesamiento gráfico (GPU) para procesamiento de audio, mejorando la calidad del mismo gracias a ello.

Las compañías que operan dentro de la Unión Europa fueron obligadas hace tiempo por una reforma de las leyes de consumo a ofrecer un periodo de catorce días para realizar devoluciones de productos digitales. Steam fue reticente al principio a ofrecerlas, pero lo hizo, con una serie de condiciones razonables, como no haber jugado más de dos horas al título que se quiera devolver. Pero en el resto del mundo las cosas no son han sido tan sencillas, aunque en Australia, pese a que ahora ya acepta devoluciones, no lo hacía en 2014 cuando fue demandada.