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Hace poco surgió la serie de Los 4400 en los comentarios de una noticia y estuve rememorando esa serie que me tuvo enganchado en su momento, más por su trama que por su calidad en general, y que dejó a muchos espectadores con ganas de saber cómo finalizaba la serie por culpa de una prematura cancelación. Así que, aunque en el fondo nadie lo pedía y esta versión seguro que no es igual que la antigua, me ha alegrado descubrir esta noticia.

A finales del 2020 me animé a ver esa serie con un Lovecraft en el título, la cual como jugador eventual de La llamada de Cthulhu no podía dejar pasar. Y admito que la disfruté bastante aunque no fuera un producto redondo, aunque luego descubrí gracias a los comentarios de mi análisis que mi opinión era muy diferente a la de muchos lectores. Finalmente el destino ha querido dar la razón a aquellos a los que la serie no les gustó tanto.

Una de las series de televisión que más me han interesado desde que fuera anunciado que estaba en desarrollo es la de Fundación. Se basa en la serie de novelas homónima de Isaac Asimov y es una obra maestra de la ciencia ficción. Hay otras dos series de libros, novelas cortas y relatos, Robot e Imperio, que se basan en el mismo universo, e iniciado todo con Un guijarro en el cielo, novela publicada en 1950. Algunos de los títulos de estas series han sido llevados a la gran pantalla, como Yo, robot.

Precisamente ayer en la noticia acerca de la posibilidad de jugar en línea a juegos gratuitos en Xbox, comentaba el hecho de que algo que al principio parecía locura, como era pagar por jugar por internet en consolas, ahora es el pan de cada día ya que las tres grandes consolas del mercado lo requieren. Así que la calidad del servicio o los juegos gratis ya no es un elemento diferenciador entre los servicios, hay que ofrecer algo más.

No sé si a vosotros os pasa lo mismo que a mi con las temporadas de Rick y Morty que me parece que pasan años entre una y otra, y en alguna ocasión ha sido así, pero esta vez Dan Harmon y Justin Roiland se han puesto las pilas y su quinta temporada llegará más o menos con un año de diferencia respecto al final de su anterior temporada, exáctamente el día 20 de junio.

Lo comentaba con un amigo esta mañana: las series son las nuevas películas en el universo Disney. Producciones como El Mandaloriano o Wandavisión no tienen nada que envidiar a los estrenos en cines, incluso ahora en tiempos de pandemia pueden ser hasta más interesantes de producir. Amplían el universo, ofrecen algo más de flexibilidad y dan dinero; todo el mundo gana. Así que es normal que disney ponga toda la carne en el asador con sus futuras series, algo más que evidente viendo el reparto que tendrá la serie de Obi-Wan Kenobi.

Pedro está que se sale, y no me refiero a Sánchez, si no a Pascal. Kingsman, Narcos, Juego de Tronos, Wonder Woman 1984, El mandarino El mandaloriano... El actor chileno ha sabido encadenar una serie de papeles que le han catapultado a la fama convirtiéndose en el actor de moda en Hollywood. Y una vez más su cara vuelve a aparecer en las portadas al confirmarse su próximo papel protagonista.

El año pasado escribí acerca de Territorio Lovecraft, una serie que disfruté ya que me recordaba a mis partidas de rol de La llamada de Cthulhu. Sin embargo, muchos lectores estaban en desacuerdo con mi recomendación, y uno de los motivos era que las referencias al universo de Lovecraft eran bastante someras y muy libres. Reconozco que tras leer los comentarios tuve que darles la razón en este aspecto. Es un error que es difícil de repetir con la serie que me ocupa hoy, Treinta monedas, ya que toma como referencia el producto que más veces se ha interpretado libremente en la historia de la humanidad: la religión cristiana.

Mi primer contacto con el universo de Lovecraft fue en la universidad, donde un joven e ingenuo Poor-Man conoció a nuestro querido Monitor, buen redactor de Geektopia, mejor director de rol. Comenzó entonces una amistad, un grupo de rol y una serie de aventuras que aún continúan a día de hoy. Para mí aquellas partidas de La llamada de Cthulhu fueron un punto de entrada a un mundo friki y al universo creado por H. P. Lovecraft, el cual no he dejado de recorrer y descubrir gracias a los diferentes juegos de rol basados en su universo, libros, videojuegos, y ahora en las series gracias a Territorio Lovecraft.

Nicolas Cage está de perfil bajo en los últimos años, en parte porque ha tenido que aceptar todo tipo de trabajos para pagar sus deudas con Hacienda —y las cirugías estéticas—, pero sigue siendo un actor reconocido y con cierto tirón. Como en Netflix hay cabida para todo Hollywood si hace falta con la cantidad de dinero que se está gastando al año en producciones, Nicolas Cage no le hace ascos a presentar una serie documental sobre las palabras malsonantes.