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Hay varios rumores que apuntan a la posibilidad de que Intel retrase al máximo el lanzamiento de los Meteor Lake por la coyuntura económica, y que incluso llegue un refresco de los Raptor Lake en la segunda mitad de 2023. Eso desplazaría los Meteor Lake a 2024. La pregunta recurrente ahora mismo es si esos Meteor Lake usaría el mismo zócalo, pero siendo Intel la respuesta es obvia: no. En junio llegó información de que el nuevo zócalo sería el LGA 1851, y ahora vuelven a aparecer referencias a este.

Intel está pendiente de presentar nuevos Core de 13.ª generación durante el CES de principios de enero, y la gama media se va a poner más interesante que nunca. La compañía prepara llevar el aumento de núcleos E a todos los Core i5, lo cual sigifica que el Core i5-13400, evolución del Core i5-12400, contará con los mismos seis núcleos P pero añadirá cuatro núcleos E. El resultado es que dará en torno a un 30 % más de rendimiento en multinúcleo.

En los tiempos locos que estamos viviendo de consumos de tarjetas gráficas de 450 W en los modelos más potentes, Raja Koduri ha dicho que en realidad los jugones quieren un tipo de tarjeta gráfica distinta. Cree que quieren una tarjeta gráfica que se alimenta con un solo conector, pero el PCIe de ocho pines que da hasta 150 vatios y no es de dieciséis pines que da hasta 600 vatios. Junto con lo que entrega la ranura PCIe en la que se pone la tarjeta, eso apunta a modelos con un consumo de hasta 225 W.

AMD no es competencia de Intel con sus Ryzen 7000. Aprovechando esto y la coyuntura económica, Intel podría extender más la vida útil de los Core de 13.ª generación con un refresco que tendría planeado para el tercer trimestre de 2023. Al menos si las siguientes trasparencias son auténticas. Esto significaría que los Meteor Lake, inicialmente previstos para 2022, no llegarían finalmente hasta 2024.

Intel sigue peleándose con los controladores de las tarjeta gráficas Arc, y lo más destacado de la última versión de sus controladores es la mejora de ciertos juegos bajo DirectX 9. Puesto que la compañía había sido muy parca en detalles en las notas publicadas de la versión 31.0.101.3959 de los Arc, aunque esperaba a dar más detalles a un vídeo publicado en su canal. A pesar de diversas especulaciones, Intel ha optado por implementar DirectX 9 nativamente para ciertos juegos.

Intel sigue mejorando sus controladores gráficos en un momento en el que ha puesto en hiato a las Arc. Más allá de las Arc A770 de referencia que sí han llegado en cantidad al mercado y a las pocas Arc A750, no se sabe nada del resto de las Arc. Pero aquí está Intel actualizando los controladores Arc 31.0.101.3959 con mejoras en unos cuantos juegos, que es la prioridad de la división de gráficos.

Intel está avanzando a marchas forzadas en el terreno de sus procesos litográficos con la idea de poder poner distancia frente a AMD. El desarrollo va viento en popa porque la compañía ya anunció hace unos meses que su proceso 20A —20 Å o ángstroms, equivalente a 2 nm— se adelantaba en torno a seis meses, y las fechas las mantiene. Eso también adelantaba de seis meses a un año la llegada del proceso 18A (1.8 nm o 18 Å), y lo mantiene.

La coyuntura económica está impactando a los gigantes tecnológicos tras estar frotándose las manos durante los dos primeros años de pandemia. El tercero no está siendo nada bueno. Eso está provocando infinidad de recortes de producción y despidos, que en el caso de Intel se están produciendo por fases. En Irlanda ha optado por la baja temporal de sus empleados por motivos de producción.

Dentro de poco más de un mes empezará la feria de electrónica de consumo más importante del año, el CES de Las Vegas, y eso significa que habrá presentaciones importantes. Se esperan nuevos procesadores de Intel y AMD, y entre ellos estaría más modelos de los Core de 13.ª generación. Básicamente, los generalistas, que según los últimos rumores serían presentados el 3 de enero junto al chipset B760 y las placas base que lo integren por parte de los fabricantes.

Puede que el escalado temporal de Intel no sea tan bueno como el de AMD o NVIDIA, pero tampoco se queda tan lejos y todo es cuestión de seguir puliéndolo para alcanzarlos. La apuesta de Intel por las tarjetas gráficas no va a fructificar en los cuatro o cinco años que tienen este apartado en desarrollo y necesitará unos años más en madurar. Mientras, es importante para la adopción de XeSS que se integre fácilmente en los motores gráficos como el de Unreal, para el cual la compañía ya ha distribuido el correspondiente complemento.