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Intel va a renovar sus procesadores Core de sobremesa dando un empujón importante a la potencia multinúcleo, o al menos así lo aseguran todos los rumores. El último llega desde WCCFTech, donde habrían puesto sus manos en las transparencias de una presentación de los Comet Lake S, mostrando bastantes supuestos detalles de estos procesadores, incluidos modelos concretos que la conformarían.

Intel está dando grandes pasos para aumentar la producción de chips a 10 nm, y por ahora se limitan a la serie Ice Lake para portátiles y algunos chips de otra índole como los Agilex. Con la creciente competencia de AMD ciertamente no se puede permitir tardar mucho en renovar sus series de procesadores con este proceso de fabricación a 10 nm, y los Xeon de tipo Ice Lake SP llegarían en el tercer trimestre de 2020 de acuerdo con una supuesta transparencia de Intel.

Dejando a un lado todas las bromas que se pueden hacer sobre los continuos retrasos de los procesadores de Intel creados con un proceso litográfico de 10 nm, finalmente han empezado a llegar en volumen en forma de los Ice Lake. Son procesadores potentes, de menor consumo y sobre todo pequeños, lo que permite crear más chips por oblea. Los problemas de Intel se centraban en ese rendimiento de producción, y una vez solventados la compañía necesita actualizar más fábricas a los 10 nm.

Intel ha estado hablando desde hace unos meses del Core i9-9900KS, una versión del Core i9-9900K pero con todos los núcleos funcionando a 5 GHz, y lo que faltaba por saber eran dos datos bastante importantes: fecha de lanzamiento y precio. Ambos han sido esclarecidos por la compañía al indicar que se pone a la venta el 30 de octubre, un par de días después de escribir esto, y que su precio va a ser de 513 dólares.

Intel quiere que se hable continuamente de la compañía y sus próximas tarjetas gráficas X^e, y en realidad es la única esperanza de que se mueva algo un sector que lleva tiempo un poco estancado en el apartado del precio. Pero esta táctica publicitaria es muy propia de Raja Koduri, por lo que tampoco se puede asegurar que lo que digan y lo que llegue al mercado sea lo mismo.

Intel presentó sus resultados económicos del tercer trimestre del año, y entre los datos proporcionados se encuentra una disminución de procesadores vendidos en su división de Computación de Cliente, pero ha aumentado los de Centros de Datos. La compañía sigue envuelta en una escasez de producción de chips a 14 nm, en un momento en el que ya ha empezado a poner en el mercado procesadores a 10 nm como los Ice Lake que están en diversos portátiles como el Surface Laptop 3 de Microsoft.

Intel ha anunciado los resultados financieros del tercer trimestre de 2019, y ha resultado ser un trimestre plano con respecto al mismo periodo de 2018. La compañía ingresó 19 200 millones de dólares, la misma cantidad, aunque sus beneficios descendieron ligeramente de los 6400 M$ de hace un año hasta los 6000 M$, o un 6 % menos. El motivo ha sido el descenso del margen bruto, que ha caído del 64.5 % al 58.9 %, y se trata del indicador del coste de producción de los chips y el precio de venta.

Intel no tuvo suerte con sus procesadores en el sector de los dispositivos móviles habida cuenta que rechazó encargarse de desarrollar el procesador para el primer iPhone. Tras aquello y ver en qué se convirtió la revolución del teléfono inteligente, ya fue demasiado tarde y tras varios procesadores para móviles y tabletas tuvo que tirar la toalla. Ahora intenta volver tímidamente con una arquitectura más orientada a las necesidades de consumo y potencia para este sector, y es la Tremont.

Intel tiene que renovar sus procesadores de sobremesa en breve, quizás en noviembre o principios de diciembre, pero no solo se centrará en los Core. Podría llegar también una nueva generación de procesadores Pentium y Celeron denominada refresco de Gemini Lake de acuerdo con una supuesta transparencia de Intel en la que indica que llegarían entre las semanas 45 y 47 del año.

Tiene pinta de que Intel no quiere dejar ningún cabo sin atar en lo que respecta a sus tarjetas gráficas Xe que pondrá a la venta el próximo año, pero hay que tener en cuenta que también incluirá unidades gráficas integradas Xe en sus procesadores. La principal ventaja, si los controladores gráficos lo permitieran, es que DirectX 12 permitiría combinar la potencia de la iGPU y la GPU para hacer una tarjeta gráfica más potente. Parece que Intel está trabajando en ello.