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AMD está llamada a terminar con el predominio de Intel y es probable que durante este 2021 ambas compañías vayan ganando y perdiendo terreno en función de los nuevos procesadores que pongan a la venta. Pero es innegable que ahora vuelve a no estar claro por qué compañía de procesadores decantarse porque ambas tienen una buena oferta, quizás con AMD ganando ligeramente por tener una plataforma mejor. Pero los precios de los procesadores de Intel actualmente son muy buenas para la potencia que ofrecen, y todo es gracias al éxito de AMD.

Intel tendrá que anunciar a no mucho tardar su primera tarjeta gráfica específica para jugar, o al menos dar datos de la misma, que de momento se la conoce como X^e-HPG, o DG2, por la arquitectura que incluirá. Específicamente dispondrá de trazado de rayos en tiempo real, y una cantidad suficiente de sombreadores como para proporcionar, aparentemente, suficiente potencia gráfica para competir adecuadamente con NVIDIA y AMD. Como siempre, no es una cuestión de potencia máxima que alcance, sino de que el precio sea adecuado a la potencia que tenga.

Los problemas de desarrollo de nuevos procesos litográficos ha llevado por un calvario a Intel en los últimos años, aunque sobre todo a la hora de llevar a la práctica. Se ha topado con bajos rendimientos de producción que hacían inviable la producción en masa del primer proceso de 10 nm, y solo con la llegada de los 10 nm SuperFin parece que está listo para el gran público. Aun así, esos problemas de los últimos años ha hecho que tenga que mirar a fundiciones externas para producir algunos de sus chips, como ocurrirá con el X^e-HPG para las tarjetas gráficas dedicadas para jugar.

Dentro de los procesadores que Intel pondrá en el mercado el próximo año están los Alder Lake S. Son procesadores que aprovecharán una arquitectura heterogénea que combinará núcleos de bajo consumo y rendimiento con otros de alto consumo y rendimiento. Esa proporción desigual se verá beneficiada además con un proceso litográfico de 10 nm SuperFin, que sería la primera incursión en más de un lustro de un procesador que no sea de 14 nm en el mercado de los sobremesas.

Quizás Intel anuncie en breve los procesadores Rocket Lake S aunque no se pongan a la venta hasta marzo, y mientras tanto los fabricantes de placas base están confirmando los modelos que serán compatibles con ellos. Esos procesadores conformarán los Core de 11.ª generación con los que Intel tendrá que aguantar la embestida de AMD con los Ryzen 5000. Pero no tanto en el apartado del rendimiento, que los actuales Core de 10.ª gen. son competitivos en precio-rendimiento, sino en la plataforma en sí.

La batalla de este año en el terreno de los procesadores va a estar divertida ya que Intel va a sacar una nueva generación que hará de puente entre la arquitectura eminentemente Skylake actual y la nueva basada en núcleos Cypress Cove, un retroportado a 14 nm de la Sunny Cove a 10 nm. Sea como sea, lo que se espera de ella es un aumento sustancial de la potencia mononúcleo y si bien todos los rumores apuntan a ello ahora ha aparecido una supuesta prueba de un Core i7-10700K en Geekbench 5 que lo reitera.

Intel está ultimando la presentación de los procesadores Rocket Lake S, lo cual podría ocurrir en enero durante el CES 2021. Mientras tanto las informaciones de los nuevos procesadores no hacen más que sucederse, y ahora llegan más datos de supuestas muestras de ingeniería de los Core i7-11700, Core i7-11700K y Core i9-11900. En realidad no dan mucha información adicional salvo las frecuencias de funcionamiento.

La conexión Thunderbolt siempre ha sido mejor que la USB porque eliminaba trabas en cuanto a la velocidad de transferencia y añadía características en su conector como señal de imagen DisplayPort. La evolución Thunderbolt 3 fue aún más importante al usar el conector USB tipo C y añadir otros modos alternativos como carga de hasta 100 W. Las buenas noticias para el sector PC es que esa especificación de Intel, ya en el dominio público, se ha usado de base para USB 4.0, pero también ha evolucionado en Thunderbolt 4, integrada en los procesadores Tiger Lake.

Intel ha tenido unos malos años en sus fábricas debido a problemas de investigación con su proceso litográfico de 10 nm pero también de volumen de producción que se le quedó corta. Ahora que AMD se ha autoproclamado la poseedora de los mejores procesadores ha quitado presión a Intel en lo referente a producción y se puede centrar en aumentar la producción a 10 nm. La compañía ha indicado que en los últimos tres años ha duplicado su producción de obleas a 10 nm y 14 nm, tanto con expansión de la producción como con un aumento del rendimiento de producción de las obleas.

Intel va a presentar en el CES 2021 novedades sobre sus procesadores, y si bien podría presentar los chipsets serie 500 y los Rocket Lake S, también hay rumores de que presentará nuevos procesadores Tiger Lake H. En este caso serían versiones con mayor margen térmico aparentemente denominados Tiger Lake H35, lo que llevaría la potencia de diseño térmico de los Tiger Lake U desde los 15 W hasta los 35 W. Ahora han vuelto a aparecer dos de estos modelos.