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Apple ha hecho enormes progresos en el desarrollo de sus propios procesadores de arquitectura ARM, y unido al hecho de que desarrolla sus propios sistemas operativos puede crear chips altamente optimizados. Eso hace que el procesador de los iPhone e iPad sean siempre los más potentes, y no ha pasado desapercibido que esa potencia es comparable a la del procesador en los portátiles más modestos. Por eso se ha rumoreado desde hace tiempo que Apple podría usar procesador ARM en sus MacBook.

Dejando a un lado que el nuevo Mac Pro tiene un precio desorbitado, mucho más que cualquier otro producto que Apple haya presentado hasta la fecha, se trata de un buen ejemplo de cómo debería ser la refrigeración de un equipo. Incluso con los procesadores y tarjetas gráficas más potentes con los que se puede configurar, no hace ruido. Y como es un PC normal y corriente, es altamente accesible y reparable como ha podido comprobar iFixit.

Apple avanzó hace unos meses en el WWDC la llegada de un pasable Mac Pro y de un más que interesante monitor Pro Display XDR. Seis meses después se han puesto a la venta, y lo cierto es que ambos dieron bastante de lo que hablar por su diseño y por su precio. El Mac Pro empieza en los 6499 euros y el monitor desde 5499 euros. Con las configuraciones adicionales, son modelos realmente caros.

Algunas veces lo de innovar sin probar termina en los juzgados. Es lo que le ha pasado a Apple tras introducir en 2015 los mecanismos tipo mariposa en los teclados de los distintos MacBook ya que en estos años han dado multitud de problemas. La compañía ha vuelto a los clásicos mecanismos tipo tijera, y es terrible que el mejor cambio de los MacBook Pro 16 sea volver atrás en el tiempo.

Apple ha dejado de dar los números de Mac vendidos, pero se siguen situando en torno a unos 20 millones anuales. Quizás el número podría haber aumentado de no ser porque el MacBook Pro introducido en 2016 llegó con un teclado que no estaba a la altura de lo esperado, y en los últimos tiempos tampoco ha revisado el aspecto de la pantalla. Con tantas opciones con pantallas con pocos marcos, el diseño del MacBook Pro parece un poco obsoleto.

Apple es bien conocida por su tendencia a soldar los chips de memoria a la placa base, si bien fue una sorpresa que la renovación del Mac Mini del año pasado optara por no hacerlo. Eso ha facilitado la actualización de la memoria a un precio mucho más económico que el pedido por Apple, y ha sido un buen revulsivo para las ventas del Mac Mini. Pero los portátiles son otro mundo, y ciertamente Apple no está tan interesado en facilitar su actualización.

Una de las mayores críticas a los MacBook que Apple ha puesto a la venta desde finales de 2016 ha sido hacia el teclado. La compañía empezó a usar unos nuevos mecanismos tipo mariposa con un recorrido de tecla mucho menor pero que, con el tiempo, se ha visto que la suciedad puede hacer que las teclas dejen de funcionar. Me ha ocurrido, y se requiere para solucionarlo unos cuantos golpes a la tecla para desplazar esa suciedad y que vuelve a la normalidad. Eso o pasar por el servicio técnico de Apple.

Apple renovó el año pasado el MacBook Air pero, como le viene ocurriendo últimamente en muchos de sus productos, no está exento de problemas. La mayoría de los productos de tecnología los tienen en realidad, pero por el volumen de ventas que tiene la compañía sus problemas, por muy pequeño que sea el porcentaje de incidencia, se terminan convirtiendo en problemas muy extendidos. Y es lo que ha pasado con el MacBook Air de finales de 2018.

Apple es bien conocida por no renovar demasiado el aspecto de sus productos, pero sí los mejora de vez en cuando. Es más por un tema de amortizar costes de desarrollo que por falta de ganas de mejorarlos. En los tiempos que corren, de pantallas con marcos mínimos, y aunque el MacBook Pro tampoco tenga mucho marco, parece que Apple va a renovar su actual modelo con una pantalla algo mayor, minimizando los marcos.

Apple ha renovado finalmente su sobremesa, el Mac Pro, después de años de estar desaparecido en combate. Han intentado mantener su aspecto exterior similar al previo al modelo tipo lata, hecho totalmente en aluminio, con dos asas en la parte superior. No me gusta especialmente, pero es de esos productos que hay que verlos en persona para opinar. Querían dar una máxima capacidad de personalización, con mucha modularidad, y parece que lo han conseguido.