Apple ha presentado una versión de macOS mucho más parecida a iPadOS, y durante la presentación del WWDC 2020 lo ha presentado con un equipo que usa el A12Z Bionic del iPad Pro más reciente. La compañía empieza la transición a los Mac que usan los sistemas en chip (SoC) diseñados por la compañía con arquitectura ARM, aunque por ahora se quedarán en equipos de entrada que no necesiten una alta potencia, dejando a un lado los iMac y MacBook más potentes para profesionales.

Es el principio del fin de la relación con Intel como se conocía hasta ahora, y no será porque Intel no se lo tenga bien merecido. Apple asegura que presentará antes de final de año el primer Mac con procesador propio, y la transición de usar x86 a ARM durará aproximadamente dos años. Esa transición será similar a lo que ocurrió hace bastantes años con el paso de PowerPC a x86.

Apple menciona la mejora de potencia de los chips propios en los últimos diez años, pero sobre todo su gran eficiencia energética. Teniendo en cuenta que en Mac hay más margen de consumo que en un móvil o tableta, puede equilibrar mucho más la potencia general y gráfica de los chips. Aunque no ha dado detalles, es de imaginar que seguirá con su asociación con AMD para los Mac que precisen tarjetas gráficas potentes. Salvo, claro está, que se atreva además con sus propias tarjetas gráficas, que capaz le veo.

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Estos procesadores que, como casi todos los de la actualidad, son sistemas en chip están diseñados para ser autosuficientes en cuanto a necesidades de conectividad, acceso a memoria de alto rendimiento, y tienen una iGPU de alto rendimiento integrada. Pero también integrarán características adicionales de Apple, como un elemento seguro para guardar información de tarjetas de crédito o huellas dactilares como en los iPhone, motor de procesamiento neuronal para todo tipo de ejecución de algoritmos de inteligencia artificial, y otros.

Los programas para macOS de arquitectura ARM se desarrollan en XCode, pero para facilitar la transición la compañía proporcionará a los desarrolladores que lo pidan un kit de transición para desarrollador. Este equipo incluye en el tamaño de un Mac Mini una placa base con un procesador A12Z Bionic de Apple, 16 GB de memoria —no indica el tipo—, 512 GB de unidad de estado sólido, y macOS Big Sur preinstalado con todo lo necesario para empezar a portar aplicaciones puramente de x86 al sistema de bibliotecas de desarrollo de Apple que permite exportar a x86 y ARM para los distintos tipos de Mac que van a convivir. Las buenas noticias es que las aplicaciones de iPadOS funcionarán directamente en los Mac ARM, y por tanto macOS tendrá acceso a toda la App Store de iPad.

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Para la transición de x86 a ARM se usa Rosetta 2, un emulador totalmente transparente al usuario integrado en el sistema operativo. Añadirán otras utilidades de virtualización para, por ejemplo, usar directamente Linux sin problemas en el SoC de tipo ARM de los próximos Mac. Rosetta 2 implica que se pueden usar también los juegos con un sistema de emulación que Apple ha considera como «muy rápido», mostrando Shadow of the Tomb Raider en ejecución. No se ha indicado, pero voy a tirarme a la piscina suponiendo que es solo para aquellos juegos que implementen la biblioteca gráfica Metal y no los que usan OpenGL, ya que esta última desaparece de Mac.

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