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Elon Musk echó a rodar un servicio de verificación de pago para Twitter nada más hacerse con la empresa. Su precio de ocho dólares en EUA no es excesivo, pero no está claro que le esté reportando suficientes ingresos como para que sea una fuente de ingresos relevante. El batacazo que se ha pegado Meta es tal que han anunciado que habrá una verificación de pago similar para Facebook e Instagram.

Meta, la matriz de Facebook, ha tenido que apagar el incendio que supuso el escándalo de Cambridge Analytica. Esta empresa consiguió los datos de 87 millones de usuarios de Facebook, siendo uno de los mayores casos de privacidad de usuarios que ha terminado en los tribunales. Algunos dirán que Facebook debió ser consciente del modo en que Cambridge Analytica conseguía la información, o que luego fue usada para afinar campañas políticas —algunos dicen que incluso la de Donald Trump de 2018—, pero sea como sea es responsable de la filtración de esa información privada sin el consentimiento de los usuarios. Ahora Meta ha llegado a un acuerdo para no ir a juicio.

John Carmack recaló en Meta, anteriormente conocida como Facebook, tras la compra de Oculus VR, la compañía en la que recaló como adjunto al director de tecnología para avanzar en la realidad virtual al verla una tecnología prometedora. Pero las cosas no han ido bien desde que Meta adquirió Oculus VR, posteriormente renombrada como Reality Labs, y por eso ha optado por abandonar la compañía para dedicarse a otro sector distinto.

Meta, la antigua Facebook, está atravesando problemas financieros debido al desplome de sus ingresos. Los últimos cambios en la privacidad de los usuarios de diversas plataformas, como iOS o macOS, los ha anonimizado y por tanto la publicidad que se les muestra vale mucho menos. Las compañías de internet centradas en publicidad, como Google, han visto caer sus ingresos, pero lo de Meta es un gran problema. Por eso Mark Zuckerberg ha anunciado un despido masivo.

Meta, la antigua Facebook, ha anunciado su nuevo visor de realidad virtual llamado Quest Pro. Al igual que los modelos que se están presentando últimanente, son unas gafas autónomas aunque en este caso las orienta más para trabajar en el ciberespacio y por ello se pondrán a la venta el 25 de octubre por un precio de 1800 euros o 1500 dólares.

Facebook se da un lavado de cara con un cambio de nombre y una reorientación de sus objetivos como empresa. Para ello creará una empresa matriz llamada Meta, derivación del metaverso al que está orientando sus esfuerzos según ha indicado Mark Zuckerberg durante la conferencia inaugural de las jornadas Facebook Connect. Pero para evitar decir que el cambio de nombre es por todos los problemas legales que revolotean a su alrededor, ha dicho que es porque su nombre hace referencia a un solo producto y la compañía es mucho más. Vale.

Ha llegado el día amigos. Recordad que si un servicio es gratis, el consumidor es el producto. Es algo que prácticamente todos los que usamos la tecnología a diario aceptamos sin problemas; las empresas ofrecen algo a cambio de, principalmente, nuestros datos o de mostrarnos publicidad. Como digo, es algo tan interiorizado en la sociedad de hoy en día que nadie suele quejarse por ello. El problema es cuando las compañías cruzan ciertos límites a modo de prueba, como un niño que juega hasta ver dónde puede saltarse las reglas antes de que sus padres le pillen, y nadie hace nada al respecto.

La realidad virtual tuvo un momento de auge unos años, pero el sector se pegó el batacazo en proporción a lo rápido que ascendió. De estar un año sin parar de hablar de la realidad virtual se ha pasado a años en los que casi no se menciona. Quedan un par de competidores fuertes —los que se establecieron en un principio—, pero el resto ha pasado casi a mejor vida. Se sigue sacando algún juego o aplicación para realidad virtual, pero poca cosa. Y no ayuda a tentar a los usuarios a que entren en el sector el hecho de que Oculus VR vaya a obligar a sus usuarios a tener una cuenta de Facebook.

The New York Times ha desvelado la intención de Mark Zuckerberg de homogeneizar a nivel técnico Facebook Messenger, Instagram y WhatsApp. De esta manera se unificarían tres de las redes de mensajería más grandes del mundo, que entre ellas tienen más de 2600 millones de usuarios, permitiendo a las personas comunicarse a través de las plataformas por primera vez. El proyecto estaría siendo llevado a cabo por ahora por cuatro personas, pero asegurando que las aplicaciones seguirían funcionando de manera independiente, pese a esa infraestructura técnica unificada.

Aunque Apple tenga estos días un problemas grave de privacidad en iOS que le dará algún que otro quebradero de cabeza, la compañía sigue siendo una firme defensora de la privacidad y la seguridad en iOS. Al menos según ellos. De momento están tomando medidas dentro de la compañía para atajar un problema mediante el cual Facebook y otras empresas habrían usado su certificado de desarrollador para distribuir aplicaciones privadas desde la App Store a sus empleados u otros que incluyen características contrarias a las líneas generales de uso de la App Store.