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Hay bastante movimiento dentro de los altos cargos de las grandes tecnológicos. En las últimas semanas ha habido alguna salida sin destino confirmado, como la de Panos Panay, aunque en este caso el exdirector de dispositivos dentro de Microsoft ha terminado en el mismo puesto pero en Amazon. Hay un poco de salseo, pero no mucho detrás de este movimiento, aunque de manera efectiva toma el puesto de Dave Limp, que ahora se ha convertido en el director ejecutivo de Blue Origin, la empresa espacial de Jeff Bezos. Empieza en Amzon en octubre.

El plazo original para completar la compra de Activision Blizzard King por parte de Microsoft terminó en julio, por lo que la compañía tenía la opción de acabar con el acuerdo o reestructurarlo. Ha hecho esto último porque en realidad el escollo más importante ha sido el de Reino Unido, cuya agencia reguladora de competencia, con gente inexperta porque esto dependía hasta hace poco de la Unión Europea, rechazó la propuesta de compra alegando la posición ventajosa de Microsoft en el juego en la nube.

Microsoft ha cerrado las renovaciones de sus equipos generalistas con la Surface Go 4. Como es habitual, esta tableta con Windows 11 se compra con una funda-teclado para poder utilizarlo como portátil. Tiene un tamaño de 245 mm × 175 mm × 8.3 mm y un peso de 521 g.

Además del Surface Laptop Studio 2 para profesionales, Microsoft ha anunciado otro equipo que es bastante más barato para empresas, aunque ya no tanto. Se trata del Surface Laptop Go 3, el cual tiene un tamaño de 278 mm × 206 mm × 15.7 mm y pesa 1.13 kg, con buenos acabados aunque esté orientado al sector económico, o no tanto.

Microsoft ha renovado su portátil para profesionales con el Surface Laptop Studio 2. Es un modelo que mejora notablemente en potencia a la vez que rebaja consumo cortesía de las RTX 40. Este modelo es un convertible, por lo que incluye una pantalla táctil y la capacidad de usarlo como tableta girando la pantalla. Mide 323 mm × 230 mm × 22 mm y pesa 1.89 kg.

En julio y tras veinte años, Microsoft anunciaba que decía adiós a Xbox Live Gold, el servicio de suscripción para poder jugar en línea con Xbox. Hay que mirar al futuro, y para la compañía de Redmond ese futuro lleva el nombre de Game Pass. Así que, abajo lo viejo, arriba lo nuevo y a partir del 14 de septiembre, bienvenido al nuevo Game Pass Core.

La fecha límite para el cierre de la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft expiró el mes pasado y desde entonces no se ha comentado casi nada al respecto. Ahora Microsoft ha dado un paso para intentar que siga adelante, consiguiendo la aprobación del gobierno de Reino Unido al ofrecer que venderá los derechos de juego en la nube de los títulos de Activision Blizzard a su rival Ubisoft. Con ello este escollo de su predominio en el sector del juego en la nube quedaría resuelto totalmente en cualquier jurisdicción.

Los gobiernos de distintos países están poniendo el punto de mira en la reparabilidad de los productos electrónicos para reducir los residuos electrónicos. Microsoft se sube al carro de compañías como Apple que han empezado a ofrecer todo tipo de repuestos oficiales para sus productos, aunque empieza con los del mando de Xbox, que es el que más desgaste sufre. A partir de ahora se pueden comprar, de momento en EUA, en la web de la compañía.

Microsoft ha tenido un segundo trimestre de 2023 positivo aunque lo relacionado con el sector consumo no le ha ido tan bien. Las ventas a empresas e inteligencia artificial han tirado del carro de los ingresos, que han ascendido a 56 189 M$ frente a los 51 865 M$ del segundo trimestre del año pasado. Eso ha hecho que el beneficio de la compañía haya ascendido a los 20 081 M$ frente a los 16 740 M$. Dos unidades de negocio han tenido caídas de ingresos: Windows para OEM y Dispositivos. Ambas están englobadas en la división de Computación Más Personal.

Microsoft ha firmado diversos acuerdos para llevar o mantener Call of Duty a diversas plataformas durante diez años siempre y cuando su compra de Activision Blizzard se cierre con éxito. El último ha sido con Sony, que no ha sido demasiado inesperado puesto que la compañía nunca ha visto internamente a Call of Duty como una necesidad para mantener su liderato en el sector de las consolas. Pero de cara a la galería, Sony no ha dejado de decir desde hace más de un año que la compra de Activision iba a perjudicarle seriamente.