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La cuarta generación de procesador Core de Intel, denominada Haswell, viene con una capacidad gráfica mejorada, que doblan la de la generación anterior. En el caso del procesamiento incluido en los Core i7, en algunos casos puede llegar hasta triplicarla, prometiendo que en los próximos años podremos jugar a una calidad gráfica extraordinaria.

La nueva generación de procesadores Intel que va a ver la luz este año se caracteriza sobre todo por un consumo ridículo mientras el computador esté en reposo. También contará con la típica mejora de rendimiento, pero no se espera que sean superiores al típico 10 a 15 por ciento de una generación a otra.

La arquitectura ARM de procesadores ha sido la que se ha impuesto rápidamente en el mercado móvil debido a su bajo consumo y escalabilidad, pero sobre todo porque los procesadores Intel y su arquitectura x86 se han quedado atrás en cuanto a consumo y rendimiento necesario en los smartphones. Pero eso parece que está cambiando, o Intel está seguro de ello con los procesadores Clover Trail+ que presentó en el CES.

Uno de los sistemas operativos que compiten en el entorno HTML5 que tiene más fuerza es Tizen. Quizás por las empresas que lo respaldan, entre ellas Linux Foundation, Samsung o Intel, pero también por el gran desarrollo que están haciendo con él la comunidad que tiene a sus espaldas. Por eso el lanzamiento oficial de la versión 2.0 Magnolia junto con el código fuente y software de desarrollo (SDK) es una buena noticia.

El mercado africano es casi inexistente en cuanto a tecnología móvil se refiere. A parte de Sudáfrica, Nigeria o Congo, el resto del continente africano apenas tiene cobertura móvil, y la población tampoco es que se pueda permitir estos lujos. Por eso iniciativas de teléfonos low-cost como Yolo de Intel tienen buena acogida.

Intel planea llevar a Europa la fabricación de sus procesadores de 14 nanómetros, que se espera entren en producción en 2014. Esa nueva generación de procesadores serán los más avanzados del planeta, con una mejora sustancial en su rendimiento, menor consumo y un tamaño aún más reducido.

Comentábamos el mes pasado que los fabricantes de placas base no estaban pasando por uno de sus mejores momentos. Con una reducción estimada de los beneficios del sector en un 20 por ciento, y con las últimas cifras de ingresos de Intel para 2012 en los que se han reducido un 6 por ciento, este tipo de compañías son ágiles a la hora de hacer recortes.

Con la nueva tecnología Haswell para procesadores a la vuelta de la esquina, Intel no deja de sacar nuevos procesadores para su gama Ivy Bridge que está reportando un buen resultado (aunque los beneficios de la compañía hayan bajado durante 2012, algo generalizado en el sector). En este caso, son procesadores que nos gustan: de bajo coste.

Los Ultrabooks son esa gama de portátiles muy finos y con tiempos de arranque bajos. Y esto es así porque Intel es el que dice qué características deben tener para que las empresas los puedan anunciar con la certificación de Ultrabook, ya que es una marca que tiene registrada.

Intel no es el mayor productor de procesadores por nada. Su equipo de I+D+i es enorme, e invierte cada año muchos millones. Pero de vez en cuando, no ve las oportunidades y tarda en reaccionar, como le ocurrió al verse desplazado totalmente por los procesadores ARM del entorno de móviles.