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Con el anuncio de los procesadores Core de 8.ª generación, Intel indicó claramente que iban a necesitar placas base nuevas a pesar de mantener el zócalo LGA 1151 usado por los procesadores Skylake y Kaby Lake. Alegaba que había cambios en el sistema de alimentación de los procesadores que hacían necesario el cambio de placas base. Lo extraño es que mantuviera en el proceso el mismo zócalo.

El rendimiento del Core i7-8700K es un secreto mal guardado, ya que la filtración de la presentación del micro llevó a su anuncio por anticipado el pasado lunes, y también diversos medios están publicándolos al haberse hecho anticipadamente con unidades tanto del Core i7-8700K como del Core i5-8600K. En esta ocasión, puesto que son chips de seis núcleos físicos, el i5-8600K se está convirtiendo en una opción muy interesante.

Intel pone a la venta el 5 de octubre los primeros seis procesadores Coffee Lake fabricados en un nodo de 14 nm+, pero solo va a haber un tipo de placas base para ellos, y serán de gama alta con el chipset Z370. No tiene mucha lógica combinar un Core i3-8100 con una placa base Z370, pero es lo que va a haber hasta el primer trimestre de 2018, cuando Intel anunciará otras novedades.

Intel está haciendo una gran apuesta por los 10 nm, aunque ha tenido que salvar más escollos de los que ha tenido que superar Samsung para producir chips a ese nivel de integración. Sin embargo, viene acompañada de una mejora sustancial —según la compañía— como es el hiperescalado, que le permite producir chips a 14 y 10 nm pero aumentando hasta un 170 % la densidad de transistores por chip.

Intel ha tenido que adelantar la presentación de los Coffee Lake debido a una filtración de la información de los procesadores, y ahora ha aparecido un primer análisis de la web Expreview. En ella se proporciona una buena cantidad de información adicional, y se hacen ciertas comparaciones que serán bastante interesantes. Sobre todo la que compara la potencia del i7-8700K con el i7-7700K a la misma frecuencia de 4.5 GHz, y el primero gana un 10 % de IPC.

Intel se adelantó a AMD a la hora de anunciar sus nuevos procesadores Core X para equipos de alto rendimiento, y la jugada le ha salido mal en el plano del precio. Los Ryzen Threadripper disponen de un punto de precio bastante inferior, y por ejemplo el Ryzen Threadripper 1950X de 32 núcleos lógicos tiene un precio de 999 dólares, mientras que el Core i9-7980XE de 36 núcleos lógicos tiene un precio de 1999 dólares.

En una de esas situaciones en que las filtraciones premonizaban la inminente presentación de los procesadores Coffee Lake de sobremesa de 8.ª generación, Intel los ha anunciado oficialmente tras la filtración de la información y antes del levantamiento del embargo sobre la misma. La información publicada hace solo unas horas es básicamente cierta, y ahora se puede ampliar un poco más.

La próxima semana llegan los procesadores Cofee Lake, ya que si bien había rumores de que el jueves 5 de octubre era la fecha elegida para presentarlos, Videocardz se ha hecho con todas las transparencias de la presentación que Intel ya ha realizado previamente a la crítica. Dentro de esa información hay cuestiones de interés, como los modelos de procesador que llegan y las frecuencias definitivas.

Intel va a poner a la venta previsiblemente un Core i7-8700K de seis núcleos con multihilo, que funcionará a unas frecuencias de 3.7 GHz de base y 4.2 GHz de turbo. El actual Core i7-7700K funciona a 4.2 GHz de base y 4.5 de turbo, por lo que va a perder bastante potencia por núcleo, aunque sumando los núcleos adicionales sadrá ganando bastante rendimiento. La pregunta que más se está haciendo los overclockers es si tendrá buena capacidad de overclocking.

Intel últimamente ha hecho algunas cosas extrañas para su plataforma de equipos de alto rendimiento, Core X, como es la venta de los Kaby Lake X que incluye un Core i7-7740X y un Core i5-7640X de cuatro núcleos, con y sin multihilo. El primero da un poco más de rendimiento que el Core i7-7700K, pero en general su utilidad es... escasa, para una plataforma cuyas placas base cuestan desde 200 euros, y su capacidad de subida no es mucho mejor que la del i7-7700K.