Cuando Microsft adquirió la división de telefonía de Nokia, además de quedarse con sus fábricas se quedó con todos los empleados de la división. Más de 20.000 puestos de trabajo que fueron absorbidos a principios de 2014, y que comenzaron a abandonar la compañía en el verano pasado. Asi que en realidad que Microsoft anuncie otros 7.800 despidos no es nada nuevo.

Esos despidos se engloban dentro del ajuste de 18.000 empleados iniciado el año pasado para poner la fuerza laboral de Microsoft ligeramente por encima de los 100.000 empleados. Satya Nadella incide en que se trata de pasar de tener un negocio de telefonía ajeno al resto de la compañía a crear un verdadero ecosistema de Windows incluyendo a la familia de dispositivos móviles.

Microsoft también va a registrar el pago de los 7.600 millones de dólares de la compra de Nokia en su contabilidad, 400 millones más de lo previsto, por lo que los beneficios de este trimestre posiblemente lleguen a números rojos, pero nada de lo que haya que preocuparse por parte de los inversores.

Vía: The Next Web, The Verge.