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Mientras Intel soluciona sus problemas de producción de procesadores, que está motivando una enorme subida de precios, AMD está cosechando el buen hacer con sus procesadores Ryzen. Es la gran beneficiada de la situación, porque no parece que haya mucha gente interesada en comprar un Core i7-8700K por 450 euros cuando hace un par de meses estaba a 300 euros. Ese aumento del 50 % de precios, y en algunos modelos concretos es incluso superior, ha hecho que los procesadores de AMD se vendan mucho más en las últimas dos semanas.

Ya comenté el hace una semana la escalada de precios que están teniendo los procesadores de Intel, y no parece que vaya a parar pronto. Eso está teniendo un efecto positivo en las ventas de procesadores Ryzen, pero negativo también ya que el aumento de demanda está haciendo que los Ryzen también suban de precio, aunque de manera más discreta. De ello hablaré en otro artículo viendo cómo están evolucionando el mercado de los procesadores.

Intel tiene un problema muy gordo por delante, y uno que se va a notar en sus ingresos del tercer trimestre, pero sobre todo del cuarto trimestre como no haga algo para atajarlo. Los precios de sus procesadores se están disparando, como han apuntado desde hace semanas multitud de rumores, y esta semana es cuando está entrando en efecto ese vaticinado aumento de precios

AMD presentó hace un par de semanas el primer modelo de la nueva y renovada serie Athlon basada en los chips de arquitectura Zen, lo que abre la puerta a una gran potencia a un bajo coste. Ese primer procesador es el Athlon 200GE, que ya se ha puesto a la venta en algunos países, y que llega con un bajo precio de 55 dólares, metiéndolo en el terreno de procesadores superventas como el Pentium G4560 o el más reciente Pentium Gold G5400.

AMD continúa presentando procesadores Ryzen, renovando en esta ocasión los de portátiles, añadiendo dos modelos de alto rendimiento con el sufijo H. Estos procesadores son el Ryzen 5 2600H y el Ryzen 7 2800H, los cuales están compuestos por cuatro núcleos con multihilo, acompañados por una unidad gráfica integrada de tipo Vega.

AMD está teniendo un gran éxito con su arquitectura Zen, incluidos en las pastillas Zeppelin que conforman los procesadores Ryzen. Esa arquitectura multichip en un solo encapsulado le ha validado a AMD para presentar el reciente Ryzen Threadripper 2990WX de 32 núcleos físicos con multihilo compuesto por cuatro pastillas Zeppelin, y un rendimiento multihilo de sobresaliente. La versión para el sector empresarial, los EPYC, usan el mismo zócalo y sistema de montaje, y se trató en 2017 de la primera incursión en años de AMD en el sector empresarial de los centros de datos.

La guerra de los núcleos la está ganando poco a poco AMD ya que Intel se ha quedado dormida en los laureles. Teniendo en cuenta todos los problemas que Intel está teniendo para producir sus chips a 10 nm y que aparentemente no puede cubrir la demanda de sus chips a 14 nm, AMD lo tiene fácil para darle la vuelta a la situación del mercado de los procesadores, lo que incluye el lucrativo sector de procesador para centros de datos.

A principios de octubre, Intel debería presentar el Core i9-900K de ocho núcleos físicos con multihilo, y la gran novedad es que es un procesador para placas base generalistas. Mientras tanto, sigue surgiendo información y supuestas pruebas de rendimiento del procesador que apuntan a lo mismo: un rendimiento algo por encima del Core i9-7900X de misma cantidad de núcleos, pero a un precio bastante inferior —unos 450 a 500 € de PVPR frente a los 900 € de PVP que tiene el 7900X—.

A principios de octubre se espera que Intel presente la 9.ª generación de procesadores Core, y la mayor diferencia que va a tener respecto a la 8.ª generación es que incluye procesadores de ocho núcleo físicos. La cuestión sobre la que más se está especulando es sobre su precio, y un mayorista de Singapur ha publicado los precios de los nuevos procesadores.

La próxima llegada de los procesadores Core i7-9700K y Core i9-9900K tienen cierto interés desde el punto de vista de equipos para jugar debido a que van a llegar con el chip soldado al disipador térmico integrado —IHS, o la tapa, vamos—. Eso mejorará temperaturas y permitirá unas frecuencias turbo de funcionamiento mejores, llegando a los 4.6 GHz en todos los núcleos en el caso del Core i7-9700K. Pero al ser procesadores generalistas de ocho núcleos físicos, pueden tener un impacto positivo en el rendimiento en juegos con las tarjetas gráficas más potentes.