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El sector del vídeo bajo demanda está viviendo momentos de máxima competencia y se nota en los ingresos de las compañías. En el caso de Netflix, la principal de ellas, ha indicado que durante el primer trimestre del año han perdido 200 000 suscriptores y que esperan que la cosa vaya a más en el segundo perdiendo otros dos millones de suscriptores. En este trimestre es por la pérdida de los suscriptores de Rusia, que eran unos 700 000.

La cuenta atrás para el 27 de mayo continúa. Ese día Stranger Things estrenará el primer bloque de episodios de su cuarta temporada, que recuerdo que será la penúltima antes de terminar la historia de los niños (ya no tan niños) de Hawkins. Y por el tráiler que acaba de publicar Netflix, promete mucha más acción sobrenatural que las anteriores.

Muñeca rusa es una de las series más extrañas que dejó el 2019 pero que la coyuntura sanitaria dejó en el limbo. Dista mucho de ser perfecta, y tiene altibajos que casi arruinan la primera temporada, pero al menos el final de la misma me dejó con ganas de ver cómo iban a continuarlo. Porque si por algo destaca es por ser especialmente rara. Y va a ser aún más rara la segunda temporada en la que los protagonistas se convertirán en viajeros en el tiempo.

Hace unas semanas que Netflix anunció que compraba el estudio finés de videojuegos Next Games y ahora llega el anuncio de otra compra: Boss Fight Entertainment. Este pequeño estudio fue fundado en 2013 en Tejas (EUA), cuyo principal videojuego producido hasta la fecha es el Dungeon Boss de 2014. Tiene varios estudios en el país (Dallas, Austin y Seatle) y todos van a continuar funcionando como hasta ahora.

Hace años desde Netflix dijeron que a la compañía no le importaba que se compartieran los datos de acceso entre los más cercanos. Esos tiempos se acabaron porque intenta buscar formas de evitar esa compartición de una suscripción fuera de la unidad familiar. Pero también va a probar ahora la opción de cobrar por añadir usuarios adicionales a una suscripción activa.

Netflix añadió hace unos meses sus primeros juegos a su aplicación del servicio de retransmisión y previamente había llegado a acuerdos de producción o comprado algún estudio pequeño como Night School. Ahora llega el anuncio de una nueva adquisición, y es el estudio con el que había lanzado algunos juegos basados en sus series como Stranger Things.

Han pasado ya casi tres años desde el estreno de la tercera temporada, la gente tiene ganas de movidas raras (que es como me gusta traducir Stranger Things al español), y Netflix lo sabe. Así que es hora de ir caldeando el ambiente porque, las fechas de estreno están cada vez más cerca. Habéis leído bien, «las» en plural.

Para mantener la enorme producción de series y películas los directivos de Netflix tienen que recurrir a cualquier ámbito de la cultura para sacar ideas. El mundo de los videojuegos entre ellos, aunque por ahora no han hecho buenas adaptaciones, o al menos no me viene ninguna hora mismo a la cabeza. Sea como sea, Netflix ha anunciado que va a adaptar la franquicia de BioShock a la pequeña pantalla, sin dar más detalles.

Netflix sigue con su apuesta de producir películas y series a diestro y siniestro, la mayoría de las cuales tiene una calidad mediocre. Hay bastantes que son pasables y unas pocas habrían merecido estrenarse en cines. En este terreno me gusta más el filtro que tiene Prime Video que publica contenido en general de buena calidad. Sea como sea, además de las cientos de temporadas de series que estrenará en 2022, la compañía ha avanzado una parte de las más de setenta películas que estrenará.

Netflix se ha introducido en la publicación de juegos incluidos en la suscripción normal de su servicio de vídeo bajo demanda, con una acogida dispar. Empezaron a estar disponibles en noviembre del año pasado y ahora ha anunciado la inclusión de dos nuevos juegos, Hextech Mayhem y Dungeon Dwarves —igual a Peter Dinklage le parece ofensivo el nombre del título como la inclusión de siete enanos en el cuento de Blancanieves, la cual tampoco recibirá su nombre por su piel blanca como la nieve en el próximo despropósito de Disney—.