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Intel va a poner en circulación en tres meses (o menos) los Rocket Lake S para equipos de sobremesa, y la principal novedad que traerán es que tendrán una microarquitectura nueva de núcleo. Eso hará que tengan un empujón de rendimiento monohilo, probablemente con mismo consumo a pesar de que seguirán fabricados a 14 nm, pero Intel podría limitar este chip a ocho núcleos físicos con multihilo. En una supuesta prueba de rendimiento de Geekbench 5.3 de este Rocket Lake S a un turbo máximo de 5 GHz llegaría al rendimiento del Ryzen 7 5800X.

Con la llegada del registro base de direcciones redimensionable (RBAR) a las placas base serie 400 de chipset Intel ya se puede probar si también aportan un nivel comparable de aumento de rendimiento como en las serie 500 de chipset AMD. De momento ha sido ASUS quien se ha adelantado en esta implementación, y la prueba realizada por una web china no deja lugar a dudas de que sí, la mejora de rendimiento es comparable.

Intel ha querido hacer público algo que no se conocía por el momento del funcionamiento de los procesadores Ryzen de movilidad con arquitectura Zen 2, o al menos no es algo que se haya dado mucho a conocer. Se trata de una demora oculta que establece el procesador al funcionar el portátil sin conexión a la red eléctrica para aumentar la autonomía del dispositivo. Intel ha dado a conocer este hecho a través de una presentación a varios medios en un intento de lanzarle un golpe a los riñones a AMD.

AMD se ha adelantado a otras compañías a la hora de implementar una características del estándar PCIe que lleva una década en él pero que no había sido necesario hasta ahora. Se trata del registro base de direcciones redimensionable (RBDR), y AMD ha llamado a esta tecnología acceso inteligente a memoria (SAM). Quizás se haya adelantado por bastante porque como ha indicado Scott Herkelman en una entrevista, «somos la única compañía en el mundo con procesadores y tarjetas gráficas para entusiastas».

Intel sigue soltando lastre para centrarse en lo que realmente reporta beneficios a la compañía y por eso ha decidido deshacerse de la unidad de negocio Enpirion. El comprador es una subsidiaria de MediaTek, y la compra se ha formalizado por 85 millones de dólares, esperando que se cierre completamente antes de finale de año. Enpirion es una marca de Intel que se dedica a la creación de convertidores de corriente.

La marca NUC (Next Unit of Computing) está más relacionada con los mini-PC de Intel que con otros productos, pero debido al empujón de potencia que da los procesadores Tiger Lake a los portátiles de gama baja y a los ultraportátiles la compañía ha creído oportuno extenderla a ellos. De esta forma nace el kit NUC M15 que no es tanto un producto final sino un diseño de referencia que pueden usar los fabricantes de portátiles para crear sus equipos con procesadores Tiger Lake, los Core de 11.ª generación.

Intel publicó hace un par de semanas la información básica de sus procesadores Rocket Lake S, los cuales conforman los Core de 11.ª generación de sobremesa. Lo que destaca de ello es que la microarquitectura de núcleos es nueva y llamada Cypress Cove, pero se trata de un retroportado de los 10 nm originales del núcleo Sunny Cove a los 14 nm estirando como chicle esta litografía. Va a poner en línea sus procesadores con los de AMD, porque los primeros Ryzen 5000 son estupendos —si se pudieran comprar a un precio razonable, o comprarlos simplemente—.

Intel lleva unos años trabajando en la convergencia de sus unidades de procesamiento (CPU, GPU, FPGA, aceleradoras) llamándolas colectivamente «XPU». La idea es que el desarrollo para estas heterogéneas unidades de procesamiento se simplifique, y por ello anunció en 2019 la iniciativa oneAPI, un conjunto de bibliotecas de desarrollo y herramientas para simplificarlo. Finalmente ha llegado al fin del desarrollo de la primera versión.

El panorama de los procesadores es ahora mismo un poco extraño. Aunque Intel tiene los mejores modelos por debajo de los 150 euros (Core i5-10400F, i3-10100F), AMD sigue ganando cuota de mercado a todos los niveles, y sobre todo por encima de los 200 euros. Y nuevamente, eso teniendo en cuenta que Intel también tiene un buen Core i7-10700F por 315 euros frente al Ryzen 7 3700X de 307 euros. En estos casos llama más al comprador la plataforma (PCIe 4.0, uso de memoria de alta velocidad con cualquier chipset), y es por donde Intel sigue perdiendo ventas.

Una de fotos. La próxima generación de procesadores de sobremesa de Intel estará lista en marzo, y son los Rocket Lake S. La compañía ha dado bastante información sobre ellos, prácticamente toda salvo alguna sorpresa y los modelos concretos que pondrá en el mercado. Estos procesadores serán compatibles con las placas base serie 400 al usar el mismo zócalo LGA 1200, si bien habrá que actualizar primeramente el BIOS de las placas base, lo cual también activará en ciertos modelos la conexión PCIe 4.0.