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No es ningún secreto que la India quiere convertirse en la nueva China en el terreno de la fabricación, sobre todo porque la guerra económica y tecnológica chino-estadounidense está haciendo que las compañías estadounidense busquen nuevos sitios a donde llevarse sus fábricas. Por eso el estado indio de Karnataka, en el sur del país, ha cambiado su legislación a peor para asemejarlas a las jornadas laborales chinas y atraer así a los principales fabricantes de electrónica del mundo.

El secuestro digital de los PC tiene casos sonados de vez en cuando, desde administraciones públicas hasta grandes empresas, y la última es una de las fábricas que Foxconn tiene en México. La planta ha sido víctima del programa secuestrador Lockbit 2.0, aunque no se ha hecho pública las exigencias de los secuestradores para proporcionar la clave de descifrado de los archivos de los equipos de la fábrica.

Foxconn es uno de los principales fabricantes de dispositivos de terceros, trabajando con empresas como Apple o Sony. Es una de las empresas que más contacto tienen con los fabricantes de chips porque los necesita en enormes cantidades para fabricar los productos de sus clientes. La compañía ha indicado durante un evento en Taipéi que la oferta de chips ha mejorado bastante en el primer trimestre del año, aunque no le afectará por ahora a sus resultados trimestrales.

El culebrón del verano apunta a que va a ser la venta de ARM, el diseñador de la arquitectura para procesadores de bajo consumo del mismo nombre. Su actual dueña, la japonesa SoftBank, mostró su interés por venderla hace unos meses y desde entonces han surgido rumores de su posible compra por parte de Samsung o Nvidia. Sin embargo, el último rumor tendría que ver con que SoftBank prefiere vendérsela a otras compañías, y por eso ha tanteado a TSMC y Foxconn.

La crisis del COVID-19 ha tocado techo en China, y tras una semana sin que apenas suban los casos la producción de muchas de sus fábricas está retomándose poco a poco. Eso ha hecho que Foxconn haya anunciado que está volviendo a recibir los suministros necesarios para fabricar los dispositivos para sus clientes.

La actual propagación del COVID-19 ha tenido un efecto negativo en la economía de China, el país en el que se originó el pasado diciembre, debido al cierre de las fábricas en las zonas más afectadas o aquellas en las que han tenido empleados infectados. Foxconn, como uno de los principales productores de electrónica del mundo para terceros, se ha visto fuertemente perjudicada.

En medio de la creciente alarma mundial por la, así calificada por algunos, pandemia del coronavirus de Wuhan, el Gobierno chino está tomando nuevas medidas para evitar su propagación. Después de haber cerrado la entrada y salida de varias ciudades del país, el siguiente paso que está tomando es cerrar diversas fábricas de compañías tan relevantes en el mundo de la tecnología como Foxconn o Samsung, lo que podría impactar a la disponibilidad de algunos de sus productos.

Foxconn es el principal socio en el apartado de la fabricación de dispositivos que tiene Apple, y por eso lo de «hacer a EE. UU. grande de nuevo» que ha cacareado continuamente Trump implica llevar la producción de componentes de China y otros países asiáticos a suelo estadounidense, lo que también la implica. Tras anunciar un plan de 50 000 millones de dólares para expandirse a EE. UU. incentivada por Donald Trump, Foxconn ya ha elegido sede en el país americano.

Donald J Trump prometió durante su campaña electoral que quería obligar a las empresas estadounidenses a volver a fabricar en el país. Una vez elegido, las empresas no han tenido más remedio que valorar positivamente esos consejos, especialmente Apple, cuyo principal socio en la fabricación de dispositivos, Foxconn, anunció la construcción de una fábrica en Estados Unidos.

El Trump dejó claro durante la campaña presidente que quería obligar a las empresas estadounidenses a llevarse al país la fabricación de sus productos. Una vez que fue elegido como presidente, las empresas no han tenido más remedio que valorar positivamente esos consejos, y Apple sobre todo pues fue el centro de muchas críticas vertidas por Trump. El principal socio en la fabricación de dispositivos de Apple es Foxconn, que continúa con sus planes de expansión a EE. UU.