El eslogan de Donald Trump durante su campaña a la presidencia de los EE. UU. fue "Hagamos de América un gran país de nuevo" —qué manía tienen los estadounidenses de apropiarse todo el continente—. Hizo constantes ataques a las grandes empresas de tecnologías, lo que incluyó de manera explícita a Apple y asegurando que haría que produjera todos sus productos en EE. UU. Siendo ahora el presidente electo hasta su investidura en enero, Apple, Google y demás tecnológicas están acojonadas preocupadas.

Tim Cook contactó con Foxconn para preguntarles sobre la viabilidad de expandir la fabricación de sus productos en suelo estadounidense. A través de una trasparencia de Foxconn captada por las cámaras, la respuesta de Foxconn es un plan de inversión de 7000 millones de dólares con la creación de 50 000 puestos de trabajo en el país. En conversación con Cook, Trump le prometió incentivos fiscales y, vistas las intenciones de Foxconn, puede que sean mejores de lo que parecía posible en un principio.

El contenido de la trasparencia ha sido confirmado por Foxconn, pero no los detalles de los planes concretos de inversión que tienen pensado realizar en EE. UU. Según Foxconn, "[...] anunciaremos los detalles de cualquier plan que tengamos tras terminar las conversaciones entre nuestra dirección y los funcionarios estadounidenses oportunos". Por su parte, la empresa japonesa Softbank invertirá 50 000 millones de dólares y creará otros 50 000 empleos en EE. UU.

Si los planes de inversión de Foxconn frutifican, de momento Trump se ganaría el pin al presidente populista de turno que ha conseguido 50 000 puestos de trabajo sin haber pisado siquiera la moqueta del despacho oval.

Vía: 9to5Mac.