La verdad es que podría poner el titular, un GIF de Satya Nadella soltando un micrófono y ya estaría hecha la noticia, pero voy a desarrollarla un poco más en cuanto se me pase la conmoción que me ha entrado al leer esto.

Es oficial y así lo demuestra la propia Microsoft en su blog. La compañía ha comprado Activision, y por ende Blizzard y King. A partir de este momento, vivimos en un mundo en el que juegos como Call of Duty, Overwatch, Crash Bandicoot, Diablo, Candy Crush, World of Warcraft, Spyro o Starcraft pertenecen a Microsoft.

Los detalles de la compra se han publicado oficialmente, algo poco común, y la cifra es de 68 700 millones de dólares (95 dólares por acción), lo cual puede parecer una barbaridad (y lo es para nosotros mileuristas). Pero Microsoft ha aprovechado el momento de crisis de Activision debido a la infamia de las denuncias por acoso para realizar la compra en un momento en el que el valor de la empresa y de sus acciones es muy bajo, por lo que podría decirse que hasta ha sido un buen trato. Acciones que, por cierto, se han disparado un 35 % debido al anuncio.

Por el momento, ambas compañías funcionarán independientemente hasta que la compra se cierre, momento a partir del cual Activisión responderá ante Phil Spencer, presidente de Microsoft Gaming.

A partir de ahora todo es incertidumbre: cuándo se cerrará la compra, la permanencia de Bobby Kotick en la empresa (la cual se ha confirmado de momento, pero no me pondría muy cómodo en el despacho, Bobby) o cuándo los 25 millones de suscriptores de Game Pass podrán disfrutar de qué juegos de Activision Blizzard (aunque Microsoft ha dicho que la mayor cantidad posible). Yo solo espero que la nueva tercera compañía de videojuegos del mundo, por detrás de Tencent y Sony, ponga orden dentro de Activision Blizzard, y que esta vuelva a relucir como antaño.

PD: la tensión en las nalgas de la gente de Sony tiene que medirse con cifras de cinco o seis dígitos.

Fuente: Blog oficial de Xbox.