Continúa la caída en picado de Activision Blizzard, y cada vez salpica a más gente. Robert Kotick, más conocido como Bobby Kotick, lleva siendo el director ejecutivo de Activision desde 1991 y hay que reconocer que bajo su liderazgo la primera empresa externa de desarrollo de videojuegos se convirtió en una de las mayores del mundo, si no la más grande; pero también es verdad que Bobby vive rodeado de polémica, muchos casos relacionados con políticas de empresa, o despidos masivos para abaratar costes (a la par que él se subía el sueldo o recibía bonus de infarto). Hoy Bobby vuelve a nadar en esta polémica.

Las acusaciones de acoso y abusos sexuales que hay contra Activision Blizzard no podían quedarse en las medias esferas de la empresa, y por supuesto muchos de los directivos, eran conocedores de estos actos, minimizando y barriendo debajo de la alfombra en muchos de estos casos. Al menos así lo afirma un artículo del Wall Street Journal el cual afirma que el propio Kotick conocía y ocultó durante años dichos abusos, e incluso llegando a protagonizarlos en 2006 contra una de sus asistentes.

Por todo esto, un grupo de accionistas de la empresa han pedido la inmediata dimisión del actual director ejecutivo, junto con las de Brian Kelly y Robert Morgado, dos de los directores más antiguos de la compañía. Si estas no se sucedieran, procederían a no votar a Kotick para su renovación como director en la próxima junta anual de la compañía, convenciendo para lo mismo a otros accionistas. Por otro lado, los empleados realizan manifestaciones delante de la sede con el mismo objetivo casi diariamente, y las acciones de la empresa no paran de bajar a cada noticia, situándose en los 64 dólares, muy lejos de los 104 dólares que alcanzaron a principios de año.

¿Cual es la actitud de la junta respecto a todo esto?, de calma y confianza. Un comunicado lanzado por la compañía a raíz del artículo de The Wall Street Journal , afirma que la empresa se encuentra realizando cambios de tolerancia cero contra estos actos y reafirma la confianza en Bobby Kotick como director ejecutivo para alcanzar las metas propuestas.

Vía: The Washington Post.