Según lo previsto, Intel ha anunciado un «refuerzo de los 200S» para mejorar su rendimiento en juegos. Este refuerzo es una mejora a la capacidad de sobrefrecuencia de los Core Ultra 200S y que afecta solo a los modelos K (245K/KF, 265K/KF, y 285K). Esta mejora está cubierta por la garantía de Intel, en un intento de que sea lo más fácil y menos problemático de usar. No va a ganar a AMD y su Ryzen 7 9800X3D, pero al menos recortará la diferencia.
El tema de esta mejora, que llegará a las placas base Z890 vía actualización de la UEFI, es que dependerá mucho de la placa base y los módulos de RAM que se usen. Al activar este refuerzo de los 200S se consigue pasar el reloj de la interconexión hasta los 3200 MHz (desde los 2600 MHz), la interconexión entre chíplets hasta los 3200 MHz (desde los 2100 MHz), ambos con ciertos límites de voltajes, y los procesadores pasan a poder usar por defecto memoria DDR5 de 8000 MT/s en lugar de 6400 MT/s.
O sea, mejora sustancialmente la compatibilidad y sobrefrecuencia de los módulos de RAM, pero como digo, es un «hasta 3200 MHz» y no un «a 3200 MHz», por lo que depende de la disipación que tengan los módulos, el sistema de alimentación de la RAM y de la CPU que tenga la placa base, incluso de lo limpio que entregue la corriente la fuente de alimentación. Y solo se aplica teniendo dos módulos instalados, no cuatro, donde la presión sobre el controlador de memoria puede ser enorme y dudo que se pueda conseguir una subida tan sustancial.
El efecto de pasar de DDR5-6400 a DDR5-8000 varía entre un ≈4 % y un ≈11 % según el juego, al menos en las pruebas de Tom's Hardware de ayer, que fue el medio que adelantó la noticia. Pero esto no significa que un módulos de DDR5-6400 vaya a poder funcionar a DDR5-8000 con este refuerzo de los 200S. La mejora solo aporta un 1-2 % más al aplicarla una RAM sin que cambie de frecuencia.

