Los mercados de la DRAM y NAND experimentaron un hundimiento a mediados de 2022 por la caída del consumo, y solo se han ido recuperando desde mediados de 2023. Esto ha provocado que los fabricantes reportaran miles de millones de dólares en pérdidas. Además de bajar el precio, recortaron la producción, lo cual por sí mismo tiene un abultado coste para las empresas. Por eso tampoco resulta extraño que SK Hynix esté dispuesta a aumentar la producción de DRAM si la demanda aumenta.

Las pérdidas de SK Hynix fueron de 6100 millones de dólares en los tres primeros trimestre de 2023. El precio de la DRAM todavía no ha recuperado el que tenía en enero de 2023, y está un poco lejos de hacerlo, pero la compañía necesita poner en producción toda la maquinaria que tiene inactiva. Como la compañía ha mantenido la plantilla, las máquinas paradas implican un alto coste que se compensa totalmente con un aumento de demanda y poniéndolas en marcha para vender un mayor volumen de chips. Ese aumento de demanda, si ocurre, también lo tendrán en cuenta para sus planes de expansión de producción, ya que iban a hacer una inversión de 15 000 millones de dólares que tienen actualmente parada.

Ahora mismo no hay riesgo de que las compañías de DRAM, y de NAND, restrinjan artificialmente la demanda, porque lo mismo se aplica a Micron y Samsung. Ni siquiera han recuperado los niveles previos al hundimiento. En lo que se han centrado para capear el temporal es en la HBM, cuya demanda ha aumentado enormemente, pero solo supone un pequeño porcentaje de toda la DRAM que produce la compañía. La HBM3E está acaparada por NVIDIA, y la HBM4 está en preparación para ponerla en circulación en 2027.

Fuente: Korea Joongang. Vía: Tom's Hardware.