Hace unas semanas el Parlamento Europeo aprobó un proyecto de ley por el que se iba a obligar a los fabricantes de pequeña electrónica a que las baterías fueran fácilmente reemplazables por el usuario. Pero como el Parlamento ni trincha ni corta en realidad, solo llega a ser ley a nivel de la UE si la Comisión Europea posteriormente da el visto bueno. O sea, el grupo de los 27 tienen que dar su visto bueno por unanimidad. Así ha sido ahora, por lo que la ley para mejorar la sustitución de las baterías ya es una ley de la Unión Europea.

Entrará en vigor a principios de 2027, dentro de tres años y medio, para dar tiempo a los fabricantes a adaptarse a la normativa. Nada de usar cantidades ingentes de pegamento a la hora de fijar una batería o de hacer que sean de difícil acceso. No hace falta que se vuelva atrás que se quitaba una tapa para acceder a ella, pero que sea sencillo como por ejemplo quitar solo un par de tornillos.

Además, esta ley incluye obligaciones sobre el reciclaje de cualquier tipo de batería, pero también impone mínimos de materiales reciclados con los que deben de estar fabricadas para poder venderse productos con ellas dentro de la UE.

Por ejemplo, ocho años después de aprobado el nuevo reglamento, la composición de una batería deberá tener los siguientes niveles de materiales reciclados: 16 % de cobalto, 85 % de plomo, 6 % de litio y 6 % de níquel. Trece años después: 26 % de cobalto, 85 % de plomo, 12 % de litio y 15 % de níquel.

Todo está orientado a hacer de un sector altamente contaminante que lo sea bastante menos. Las baterías tendrán que llevar también etiquetas de su composición y tipo, entre otros datos para mejorar su proceso de reciclaje, aunque también favorecerá el uso de baterías de terceros en lugar de las oficiales.

La nueva normativa impone que los productores de las pequeñas baterías tengan que recuperar el 63 % de la cantidad de baterías que producen para finales de 2027, y el 73 % a finales de 2023. También introduce objetivos de recuperación de baterías de vehículos ligeros del 51 % para finales de 2028 y del 61 para finales de 2031. La recuperación de litio de baterías desechadas tendrá que ser del 50 % para finales de 2027 y del 80 % para finales de 2031. Las baterías de níquel y cadmio tendrán que tener una eficiencia de reciclaje del 80 % y 50 % respectivamente para finales de 2025.