Los productos de chips de memoria, principalmente de NAND y DRAM, han tenido que revisar a la baja sus planes de producción y de expansión de esa producción. El desplome de la demanda, que sigue siendo fuerte durante este primer trimestre de 2023, está arrastrándolas a una espiral de bajadas continuas de precio que las habréis visto en las gráficas de coste por euro de los artículos de SSD y RAM. Según los datos de TrendForce, el precio medio de venta en este primer trimestre ha caído un 20 %, afectando más a unos tipos de memorias que a otros.

Para el sector PC, la DDR4 habría caído entre un 15 % y un 20 %, mientras que la DDR5 lo habría hecho un 18-23 %. La memoria para servidores, que hace un par de años era imposible de conseguir en grandes volúmenes sin esperar seis meses a que la entregaran, este T1 2023 ha visto caer su precio hasta un 28 %. La memoria de móviles ha caído otro 13-18 %, la GDDR un 18-23 % y la DRAM para otros usos en el sector consumo un 18-23 %.

Pero lejos de que la caída haya tocado fondo, los precios van a continuar bajando en el segundo trimestre del año. Eso sería al menos un 10-15 % en los módulos de RAM, un 10-15 % en la de móviles, y en general caerá su precio un 10-15 % adicional.

Ahora mismo hay memoria DDR5-5600 por 4.13 euros el giga o la DDR5-5200 a 3.7 €/GB, mientras que la DDR4-3600 ha caído a los 2.9 €/GB en los módulos más baratos. Los 32 GB de DDR5-6000, lo recomendable para los Ryzen 7000 y un mínimo para los Core, ahora mismo cuestan 150 euros, que es un precio bastante interesante para fomentar las ventas de los procesadores de AMD. Ahora solo falta que bajen los precios de las placas base.

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Vía: TechPowerUp.