La situación en China en el terreno de la pandemia es peliaguda. La política de su Gobierno ha sido de tolerancia cero, obligando a cerrar ciudades enteras en los últimos meses, lo cual ha provocado grandes retrasos en la producción de electrónica y movimiento de mercancías. Pero las revueltas debido a esta política de covid cero, por encierros forzados y otras cosas que han ido ocurriendo en ellos, han hecho que Xi Jinping levante la mano. Ahora el covid está arrasando el país, pero sin confinamientos duros va a afectar a toda la producción del país, incluida la de la próxima electrónica.

Las ausencias en las fábricas de los contagiados de covid y en el resto de la línea de suministros y distribución va a retrasar previsiblemente la salida del país de todo tipo de productos. Afectará más a los nuevos lanzamientos que se presentarán en el CES 2023, principalmente portátiles ya que la presentación de nuevos procesadores y tarjetas gráficas para ellos de AMD, NVIDIA e Intel va a hacer que haya varios cientos de nuevos modelos en preparación.

Los trabajados infectados están suponiendo entre un diez y un quince por ciento de las plantillas, pero puede haber otros que no vayan a trabajar por miedo a contagiarse. A medida que se acerca el Año Nuevo lunar (22 de enero de 2023), la cosa empeorará por las grandes reuniones de personas. Aunque no está previsto hacer confinamientos para mantener la producción, el Gobierno sí puede forzar al cierre de fábricas donde la tasa de infección sea muy alta.

Las compañías occidentales has estado diversificando su producción en 2022, pero es algo que lleva varios años completar. Apple lo lleva haciendo desde 2020 viendo la situación, pero aun así también le afectará. De hecho, este año le afectó especialmente el cierre de la región de Shenzhen donde sus proveedores le fabrican una buena parte de los iPhone. También algunos MacBook, que además han sido la baja en las presentaciones de este 2022 por parte de la compañía.

Vía: TechSpot.