Puede que el consumo se haya desplomado por la alta inflación que atraviesan la mayoría de países, pero la producción de microchips sigue aumentando. Eso sí, no todos los tipos chips y no para todos los sectores; los chips de memoria van a reducir producción, y la producción de procesadores se está reorientando del sector consumo al empresarial. Pero el sector de la automoción todavía lidia con los efectos de la pandemia y no se recuperará en todo 2023.

Al principio de la pandemia de covid-19 muchas empresas cancelaron sus pedidos de chips debido a los confinamientos, pero luego no han conseguido hacerse un hueco en la producción de las fundiciones. Al principio por la explosión del consumo durante 2021 que llevó a las empresas a acaparar todos los chips que pudieron —por si acaso—, pero luego ha sido por la inercia de no poder hacerse por más producción. Es duro acaparar producción de chips frente a Apple o AMD siendo Citröen, sobre todo cuando cancelaste tus últimos pedidos en el último momento dejando a las fundiciones con el culo al aire.

En un momento en el que los coches necesitan más y más chips por la transición a los eléctricos, el sector automovilístico atraviesa un momento duro. Algunas líneas de producción siguen paradas en algunas fábricas de diversos países, y los fabricantes de automóviles ya cifran en decenas de millones los coches que no han podido fabricar en los últimos dos años.

Vía: Ars Technica.