No corre un año demasiado bueno para Uber. La compañía de transporte privado de pasajeros se ha visto envuelta en un buen número de polémicas y escándalos, incluyendo varios casos de acoso sexual y una demanda de Google, lo que ha acabado provocando la dimisión de su director ejecutivo, Travis Kalanick. A pesar de esto, los problemas se le siguen acumulando a esta compañía

La Comisión Federal del Comercio de los Estados Unidos acaba de castigar a la compañía por no proteger adecuadamente la privacidad de sus conductores ni de sus pasajeros. Así pues, esta comisión ha decidido que durante las próximas dos décadas va a realizar auditorías de la compañía cada dos años, obligandola a implementar un programa de privacidad.

El propósito de esta decisión es, en palabras de su presidenta en funciones, Maureen Ohlhaussen, que haya una cultura de sensibilidad hacia la privacidad en Uber, haciendo que la tengan en cuenta todos los días. La compañía fue sometida a una investigación tras descubrirse en 2014 que existía la posibilidad de ver en la aplicación donde estaban los clientes en tiempo real. Además, ese mismo año se descubrió que los datos de 100 000 conductores, junto a los números de matrícula de sus vehículos, habían sido robados.

Vía: The Next Web.