La empresa rusa Kaspersky siempre ha estado bajo sospecha debido a que, bueno, es rusa y no es abiertamente contraria a Vladímir Putin como sí lo son otras empresas internacionales rusas. Pero en un artículo de Bloomberg han vinculado a la empresa directamente con el Servicio Federal de Seguridad (FSB), que es la organización sucesora de la más conocida KGB.

El artículo asegura que Kaspersky ha desarrollado tecnologías para el espionaje del FSB, y «proyectos que su director ejecutivo sabía que crearía una situación muy embarazosa si se hicieran públicos». La compañía ha asegurado en un comunicado que «nunca ha recibido solicitudes por parte del Gobierno ruso, ni de ninguna organización relacionada con él, para crear o participar en cualquier tipo de proyecto secreto, incluyendo proyectos anti-DDoS».

Aunque Kaspersky ha intentado desmentir el reportaje de Bloomberg, el daño ya está hecho. La compañía ha sido eliminada por la administración Trump de la lista de empresas aprobadas para contratos y uso gubernamental por el miedo de que sus programas puedan ser utilizados para tener acceso a las redes del Gobierno. Aseguran que es una medida que ha sido revisada cuidadosamente, pero que está orientada a asegurar la integridad de las redes y sistemas gubernamentales.

Vía: Ars Technica, Ubergizmo.