La nueva Guerra Fría se está librando en el ciberespacio, con los piratas rusos poniendo en su punto de mira la infraestructura del Gobierno de los EE. UU. Si hay muchas sombras de duda sobre si consiguieron piratear los sistemas de votación en las presidenciales en las que salió ganador Trump —el favorito de Vladímir Putin—, ahora se han puesto por objetivo la infraestructura nuclear de los EE. UU.

En una serie de campañas de correos a miembros de alto nivel del sistema de centrales nucleares, los piratas han intentado hacerse con pares usuario-contraseña para acceder a las redes internas de las centrales. Dichos correos incluyen currículums con malware, y está lejos de ataques anteriores como el de Stuxnet, por lo que se entiende que la intención es simplemente la de monitorizar la actividad de estos cargos de las centrales nucleares para encontrar otras debilidades en las redes que puedan propiciar un ataque posterior más elaborado.

Los sistemas de las centrales nucleares no tienen acceso directo a Internet, pero siempre hay agujeros de seguridad que pueden ser descubiertos. Como se indicaba en un estudio de 2015, hay sistemas de gestión remota conectados a Internet y a los que potencialmente se podrían acceder a través de los sistemas de las centrales, aunque estén separados técnicamente de la red que usan los empleados.

Vía: EnGadget.