Rusia quiere la independencia tecnológica de EE. UU., al igual que ocurre con China. No hacen más que atacar continuamente a las grandes compañías estadounidenses. El siguiente paso es reemplazar los teléfonos que funcionan con Android e iOS con una versión del sistema operativo finés Sailfish desarrollado por Jolla.

El mercado ruso está copado en un 95% por tecnología extranjera. Por eso el ministro de comunicaciones ruso, Nikolai Nikiforo, quiere reducirla al 50% durante los próximos diez años. El desarrollo del nuevo sistema operativo de código abierto habría comenzado a principios de mes tras reunirse con miembros de la comunidad tecnológica de Rusia.

El plan de Rusia pasa por reducir la dependencia de procesadores de empresas estadounidenses, culpar de espionaje a empresas como Apple o Google, y otorgar incentivos gubernamentales para el desarrollo de aplicaciones para Tizen y Sailfish.

Vía: SlashGear.