De vez en cuando las grandes compañías aceptan sus errores y dan marcha atrás en alguna de las medidas que toman. Google intentó hacer frente a las duras críticas a Android con respecto a su seguridad por parte de diversos congresistas estadounidenses, fiscalías y policía, anunciando la encriptación por defecto de los teléfonos que salieran de fábrica con Android 5.0.

Pero como ya comenté en su momento, es un grave problema porque la encriptación (y desencriptación) de la información del almacenamiento interno y tarjetas microSD se hace en Android mediante software (está desde Android 3.0), mientras que en iOS que se hace por hardware, que es donde realmente tiene sentido a día de hoy que venga activada por defecto. La diferencia de rendimiento es muy importante, y quedó patente en un artículo de AnandTech al respecto el cual ya os comenté en su momento. Se mirara por donde se mirara, la encriptación por defecto no era buena idea, y la motivación detrás de ella (aplacar las críticas de los políticos), bastante absurda.

Afortunadamente Google ha relajado este requisito de encriptación obligatoria del contenido del almacenamiento interno en los nuevos terminales vendidos en el documento Android Compatibility Definition. Ahora Google recomienda, pero no obliga, a esta encriptación, y queda en manos de los fabricantes el realizarla o no. Quizás sea también un motivo por el que ha tardado tanto tiempo en llegar los primeros terminales con Android 5.0 de fábrica en la gama media y baja.

Android 5.0 se queda sin su gran mejora de seguridad

Este hecho desmonta también la mejora de seguridad que representaba Android 5.0. El fundamento detrás de la encriptación por defecto residía en que de esta forma ni Google (ni nadie) sería capaz de desencriptar la información del terminal sin disponer de la clave de desbloqueo, utilizada como contraseña para desencriptar la encriptación en tiempo real. Es lo que ocurre en iOS 8, pero también algo criticado (los políticos critican todo) porque eso evita que la policía pueda remitir los teléfonos a Apple para que extraiga la información de los terminales.

Cuanto más tiempo pasa más evidente es que Android 5.0 fue presentado antes de tiempo. Los problemas iniciales de iOS 8 y Android 5.0 demuestra que el ciclo de lanzamiento anual de una nueva versión de los sistemas operativos es una malísima idea. Parece que Apple se ha dado por aludido e iOS 9 será una versión para corregir errores y estabilización. Espero sinceramente que Android 5.1, o como se llame la versión que presenten a finales de mayo en Google I/O 2015, lo sea también.

Vía: Ars Technica.