Google ha apostado por Android One como la forma de llevar teléfonos inteligentes baratos a países en vías de desarrollo. Por un lado para mejorar el acceso de sus ciudadanos a Internet, pero por otra para fomentar los ingresos por publicidad de la compañía. Esta iniciativa Android One se basa en teléfonos con hardware suficiente para funcionar con Android y actualizaciones directas de Google.

En la India, donde se puso a mediados de septiembre a la venta los primeros dispositivos, no ha tenido una gran aceptación por parte de los compradores. Después de su venta online, la demanda en tiendas físicas está siendo bajo, y tampoco tienen mucho interés en promocionarlos puesto que los márgenes de beneficios para ellas son escasos.

Ahora llega a Reino Unido el teléfonos Sparkle V de Karbonn, una compañía que mantiene un 9% de la cuota de mercado en el sector de los smartphones en el país. A principios de 2015 también se pondrá a la venta en Francia e Italia, y lleva un tiempo pudiéndose comprar en Europa en España y Rumania, aunque no a través de tiendas mayoritarias como Amazon.

El precio en la India es de unos 80 euros, pero aplicando tasas de importación e impuestos el terminal se vende a 129 libras o unos 150 euros. Nada apetecible para el hardware que incluye, y cuya única característica interesante es la actualización directa por parte de Google. Si se situara en torno a los 100 euros podría ser una compra interesante, pero ahí tenemos cerca al Moto E.

Google debería dar un mayor apoyo a los dispositivos Android One si quiere que triunfe. Desde su lanzamiento no ha hecho ni siquiera comentario alguno sobre la llega de Android 5.0 Lollipop. Eso no ayuda a mejorar las ventas de estos dispositivos.

Vía: ZdNet.