La guerra de patentes en EE.UU entre Apple y Samsung está a punto de cerrarse definitivamente con un claro perdedor, Samsung, aunque saldrá menos mal parado de lo que en un principio podría haber salido. El juicio por el que en 2012 se le adjudicó 1.050 millones de dólares a Apple por la infracción de varias de sus patentes por parte de Samsung se salda definitivamente con una cantidad de 929,9 millones, según ha decretado finalmente la juez Koh.

Esta decisión por lo menos deja de lado la prohibición de importación de diversos productos de Samsung, por lo que no habrá restricciones de venta de los 23 dispositivos que se encontraron infrigiendo las patentes. Teniendo en cuenta la cantidad a la que ascienden los daños y perjuicios, se ha tardado casi dos años en realizar una sentencia en firme sobre la cantidad a pagar.

Vía: GigaOM.