Motorola demandó en 2010 a Microsoft por el uso de patentes relacionadas con los estándares 802.11 de WiFi y H.264 de vídeo en su Xbox. Pedía una astronómica cifra de 4.000 millones de dólares como compensación por su uso, pese a que Microsoft siempre ha estado dispuesta a negociar con Motorola por el uso de estas patentes esenciales para el funcionamiento de dichos estándares.

Se llegó a hablar de embargo a la venta de la Xbox en EE.UU, pero finalmente el juez se ha puesto del lado de Microsoft. La empresa de Redmond tendrá que pagar en torno a 1.8 millones de dólares solamente por esas patentes, ya que el juez, tras analizar el estado de la industria, no cree que Microsoft deba pagar un 2.25 por ciento del precio de venta de la Xbox a Motorola.

Así pues, el juez ha decidido que se le pague 3.471 céntavos por consola, y 0.8 centavos en otros productos de la compañía que también usan esos estándares de WiFi y códec H.264. Por supuesto, Microsoft ha declarado que está encantada con la resolución del juez, y Motorola se ha negado a hacer declaraciones.