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La memoria NAND 3D es la que tiene que sacar al sector de los SSD del alto precio en el que están situados. Quizás eso ocurra a principios de 2018, pero mientras tanto SSD económicos no tiene el significado que tenía a mediados de 2016. Aun así, Toshiba ha presentado una serie de SSD económica que utiliza la memoria NAND 3D de la compañía de 64 capas, de tipo TLC.

Uno de los mayores avances en la producción de memoria de todo tipo de los últimos años es la creción de vías a través del silicio o TSV. Esto ha permitido que los chips de memorias, que son varias capas de memoria apiladas y conectadas en sus extremos por nanohilos, puedan compactarse con conexiones realizadas a través de cada capa en vertical. Las TSV se estaban usando hasta ahora en la DRAM y NAND 2D, y ahora Toshiba ha conseguido usarlas en la NAND 3D.

La memoria NAND 3D ha sido muy útil para reducir el precio del almacenamiento flash, aunque la actual escasez mantenga muy altos su precio, que serían mucho mayores sin esas memorias NAND 3D. Están compuestas por decenas de capas apiladas de memoria, y hasta ahora existían de tipo SLC, MLC y TLC —podéis leer este artículo para saber más—, que almacenan un bit, dos o tres por celda.

Toshiba tuvo que tomar la decisión de vender su negocio más próspero para tapar diversos agujeros financieros que tiene la compañía. Entre los interesados en comprar su negocio de chips de memoria se encuentran Western Digital, un consorcio formado por Apple, Google y Foxconn entre otros, y otro conglomerado dirigido por el Gobierno japonés y otras 26 empresas del país.

Western Digital está haciendo todo lo que puede por entorpecer a Toshiba en la venta de su división más rentable, que es la de las memorias NAND que conforman el núcleo de almacenamiento como los SSD. La compañía japonesa tiene que venderla debido a diversos escándalos financieros y problemas derivados de la explosión de Fukushima y a malos resultados de su división nuclear.

Toshiba está en proceso de encontrar un comprador para su negocio de SSD, pero mientras tanto tiene que seguir presentando y vendiendo nuevos modelos. El último lo ha presentado en el Computex de Taipéi, y se trata del XG5. Llega solo en formato M.2 con interfaz PCIe 3.0 x4 y usando el protocolo NVMe. La memoria utilizada es de tipo TLC —tres bits por celda— de 64 capas, por lo que apunta a ser una SSD económica.

Toshiba ha presentado una nueva línea de ultraportátiles, Portégé X30. Es un pequeño portátil que incluye una pantalla de 13.3 pulgadas FHD, en un diseño en carcasa de aleación de magnesio y de 15.9 mm de grosor y 1.05 kg de peso. Curiosamente Toshiba incluye pantalla táctil en el portátil, aunque no se trata de un convertible, que es el sector que más fuerza está cogiendo en el último año.

Toshiba ha tenido en los últimos años una serie de problemas económicos relacionados con la mala gestión de la empresa, una cultura empresarial nefasta, pero también al pinchazo de algunos de sus negocios como el de reactores nucleares tras el desastre de Fukushima. Por eso se propuso vender parte de su negocio de memorias NAND para conseguir líquido, y ahora le ha salido un potencial comprador con Foxconn.

Toshiba tiene unos importantes agujeros económicos que tapar, y para ello ha estado valorando en las últimas semanas la venta de su negocio de fabricación de memoria NAND. Finalmente ha anunciado la escisión de este sector de negocio en una empresa separada de la que venderá un porcentaje de la misma para poder generar unos muy necesitados ingresos adicionales a corto plazo.

Toshiba es uno de los principales fabricantes de memoria NAND, y es utilizada en los SSD de varias marcas como SanDisk y su matriz Western Digital, entre otros productos. Debido a los problemas económicos de la compañía tras un escándalo contable en 2015, sus directivos estudian escindir la producción de NAND a una compañía separada.