Electronic Arts despide a 300 empleados y cancela un nuevo Titanfall que tenía en desarrollo

La deplorable condición en la que se encuentra el sector de los videojuegos es consecuencia de la decisión de las grandes compañías de seguir agendas políticas de izquierdas que en la práctica interesan a pocos. Nos importa poco la política en un juego, solo queremos que sea bueno. Pero si centras el desarrollo de historias en cumplir agendas políticas en lugar de en centrarte en que sea entretenido y en la jugabilidad, al final pones a la venta juegos que nadie quiere. Y empresas como Ubisoft y Electronics Arts están sufriendo las consecuencias de tomar a los jugones por imbéciles. Esta última, EA, ha anunciado otra ronda de despidos estimada en 300 a 400 empleados.
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