Netflix lleva tiempo queriendo expandirse al mundo de los videojuegos, que por alguna razón todas las compañías de internet quieren hacerlo. De momento ninguna ha tenido un éxito rotundo en su expansión, quizás porque lo ven como una fuente de ingresos adicionales y no como algo en lo que realmente crean. Amazon ha estrenado New World, cuyo futuro está por ver pero sus proyectos pasados fueron un fiasco, Google canceló el desarrollo de videojuegos, y Netflix es la última en meterse de lleno con la compra de Night School Studio.

Es la primera desarrolladora que adquiere, un pequeño estudio indi responsable del popular Oxenfree de hace unos años. La compañía tiene tres juegos más, todos relativamente con críticas entre decentes y buenas, pero no es que sea precisamente un estudio prolífico aunque para los siete años de vida que tiene parece una producción adecuada. Tiene en preparación una segunda parte de Oxenfree para publicarla el año que viene.

Lo que tienen en común sus juegos es que son aventuras gráficas, por lo que parece que la narrativa es lo que está buscando Netflix con esta adquisición: «nos inspira su valiente misión de alcanzar un nuevo nivel en los juegos narrativos. Su compromiso a la excelencia artística y su historial les convierte en unos socios invaluables en el proceso de establecer juntos las aptitudes creativas y la biblioteca de juegos de Netflix».

La compañía asegura que seguirá colaborando con desarrollando y haciendo las contrataciones de los mejores talentos de la industria para proporcionar «juegos exclusivos» diseñados para cada tipo de jugador. Lo que deja también claro nuevamente es que los juegos serán incluidos en la suscripción normal de Netflix sin necesidad de pagar un extra.

Vía: EnGadget.