Análisis: 'WWE 2K19', más lucha libre que nunca

Una nueva temporada de lucha libre ha llegado al PC, a pesar de que no sea un género excesivamente seguido en Europa. Como cada año, sigue evolucionando la franquicia de lucha libre de 2K Sports, y lo hace quizás con las mejores novedades de los últimos años en el aspecto de Mi Carrera. Porque WWE 2K19 empieza a parecerse a un producto tan cuidado como otros de la distribuidora, y además se han unido personajes de renombre en el sector como la superestrella Ronda Rousey.

La calidad gráfica general del juego ha mejorado, si bien no se note tanto debido a que al renovar estos juegos de manera anual no existen tantas novedades en este terreno como si la franquicia generara nuevos títulos cada tres o cuatro años. La calidad gráfica y fluidez son más que suficientes, si bien algunos movimientos parecen algo torpes a la hora de realizar presas o movimientos especiales, pero no son algo que afeen al juego en sí.

Las mecánicas de juego tampoco son muy distintas a las ya conocidas, y los que tengan práctica en entregas anteriores no tendrán problema en hacerse rápidamente con los controles de los combates. Alguien que no sea como yo, que he tenido que pegarme mucho para enterarme bien de cómo funcionan, porque lo juego literalmente de año en año y cuando lo retomo me siento más torpe que el año anterior. Pero no es nada que unas horas de juego no puedan arreglar.

Pero como he dicho al principio, la gran novedad a la que hay que prestar atención este año es a Mi carrera. Ahora es un modo de juego totalmente desarrollado, propio de un juego de su coste y no de un indi —aunque últimamente hay indis que parecen AAA por precio—. Hay comentaristas profesionales para los combates, hay cortes en los que se avanzan la historia principal de Mi carrera, y que los luchadores reales pongan las voces para sus avatares virtuales permite a los fanes de la lucha libre meterse aún más en el juego.

Un ojeador será el encargado de introducir a un novato salido casi del instituto a meterse en el mundo de la lucha profesional, y desde el primer momento habrá que tomar decisiones sobre el futuro del personaje. Cada combate aportará la habitual experiencia para subir de nivel y hacer progresar la hoja de personaje con nuevas habilidades para realizar nuevas técnicas en el combate con otros luchadores. El árbol de habilidades es ahora más intuitivo de explorar. En definitiva, este modo historia resulta interesante, injusto en ocasiones en cuanto a los rivales a batir que requerirá de más habilidad de la que tengo para este tipo de juegos de lucha, y es lo mejor que le ha ocurrido a la franquicia en muchos, muchos años.

El resto del juego ha recibido novedades, y muchas de ellas solicitadas por los aficionados al juego. Hay mecánicas nuevas como contragolpes más efectivos de lo normal que se pueden realizar al ir recibiendo daño —aunque se tienen que dar ciertas condiciones adicionales, y puede que no resulten del todo útiles en los combates—, y se han limado ciertas asperezas en el control del personaje, en los agarres o al librarse de las presas. El creador de Mi jugador está muy bien desarrollador, con multitud de opciones de personalización, y permitiendo elegir entre distintos modelos base de luchador, como técnico o poderoso, en función del estilo de lucha con el que se sienta uno más cómodo. Y los que no quieran disfrutar de Mi carrera podrán librar todos los combates por internet que quieran para hacer las cosas aún más interesantes.

El punto gris de hoy en día en el mundo de los videojuegos son las casi inevitables cajas de botín, si bien se limitan generalmente a ofrecer efectos cosméticos, en este caso resulta molesto que también aporten nuevas técnicas. No ayuda en este terreno de la monetización adicional del juego, más allá de lo que cuesta comprarlo, la política de contenido descargable, sobre todo en lo referente a cobrar por superestrellas recién llegadas o poco conocidas. Tampoco ayuda que el precio de comprar con la moneda del juego los objetos sea muy elevado y al final deje la sensación de que o inviertes más dinero real en el juego o no tendrás los movimientos y aspecto que realmente te gusta para tu personaje.

En última instancia, este tipo de juegos es para un público muy reducido, y por tanto los que estén más ajenos al mundillo de la lucha libre no lo disfrutarán tanto. Es mi caso, porque no tengo tiempo de seguir las aventuras y desventuras de la WWE, y al final es un juego que no me termina de enganchar. Quizás porque soy un poco negado para los juegos de lucha, si bien Mi carrera es un elemento más que interesante para pasarte al menos bastantes horas jugando. Pero los que disfruten de la serie WWE 2K disfrutarán de este título como hacía una década que no disfrutaban de un juego de la WWE.