El éxito excepcional de PlayerUnknown's Battlegrounds (PUBG) ha creado un género propio de videojuego, o al menos según el creador del mismo, Brendan Greene. El problema es que los juegos que están saliendo nuevos de su misma temática son plagios de su creación, y es algo que no le está haciendo mucha gracia. Greene quiere «que los otros desarrolladores den su vuelta de tuerca al género... y no solo copiar cosas de nuestro juego».

«La música y las películas están protegidas por derechos de autor y de esa forma puedes controlar tu obra. Eso no existe en los videojuegos, y es algo que debería solucionarse». En realidad, sí existe la protección para el arte, música y textos de los juegos, pero lo que no se puede proteger por derechos de autor son las mecánicas y diseño general del mismo, como no se pueden patentar los reglamentos de ningún juego de mesa.

Según Greene, se deberían tomar medidas para preservar los plagios flagrantes de videojuegos, aunque eso no significa que se cierre a nadie que copie elementos de su juego. Lo que quiere es que otros encuentren nuevas e interesantes formas de mejorarlos. «Si solo se limitan a plagiar, el género no crecerá y la gente se aburrirá de él».

En China existen una multitud de clones de PUBG, y representan un problema para el crecimiento de la base de usuarios de su juego, aunque en occidente no es tan problemático porque no existen casi clones de PUBG. Si un juego plagiara absolutamente todos los elementos de PUBG, sí sería viable que se les encontrara infringiendo los derechos de autor en occidente, por lo que no está claro cómo querría Greene proteger su juego.

Vía: VG24/7, Ars Technica.