Intel sigue cediendo cuota de mercado a AMD en el terreno de los centros de datos, y es previsiblemente que durante los próximos años siga siendo así. Los procesadores de la compañía son bastante más caros que las contrapartidas de AMD, y lo único que le salvaba es que AMD no podía producir suficientes para cubrir la demanda. Pero poco a poco la ha ido aumentando, y ya está el sector en un punto en el que AMD seguirá ganando terreno cada vez más rápido. Así que la apuesta de Intel, además de bajadas de precios, pasa por un catálogo con unos Xeon más potentes para el próximo años. Mientras, tendrá que capear el temporal.
Esos Xeon serán los Diamond Rapids, que tendrían hasta 192 núcleos P para empresas que necesiten el mayor rendimiento. Como siempre, su éxito o fracaso dependerá del precio frente a lo que tenga AMD. Estos procesadores podrían operar en ocho o dieciséis canales de memoria según la configuración de la plataforma Oak Stream —de uno, dos o cuatro procesadores por placa base—, con canales PCIe 6.0 y una TDP de 500 W. Como aliciente, tendrían mejoras en el cómputo relacionado con las extensiones matriciales de la compañía (AMX), que es relevante hoy en día para inteligencia artificial.

Fuente: HEPiX. Vía: TechPowerUp.