La errática actitud de Trump respecto a los aranceles aplicables al resto del mundo lleva afectando cuatro meses a los mercados porque realmente nadie sabe lo que terminará ocurriendo. Trumo no puede permitirse cercenar el comercio con ningún país importante, y lo ha demostrado al recular con los aranceles a China. Aun así, ante lo errático de su actitud y en previsión de ello, Apple empezó a diversificar su producción hace unos años para estar listo para producir fuera de China los iPhone. El país elegido fue la India, y desde que llegó Trump al poder el trasvase empezó a coger fuerza. Ahora la compañía produce en la India un 76 % de los iPhone que terminan en EUA.
Este ritmo se ha acelerado en los dos últimos meses, ya que en marzo la producción en la India subió a la mitad de lo vendido en EUA. Ahora, unos 3.9 millones de iPhone se producen en la India, y otros 900 000 en China. El cambio se centra principalmente en los chips de banda base para que sean adecuados para EUA, y el etiquetado de las cajas. Poco más. Así que el cambio de destino de lo producido tiene un coste muy bajo para Apple. Los primeros movimientos de producción en la India coincidieron con el primer mandato de Trump, que es cuando empezó a amenazar con la idea de los aranceles, y específicamente en 2017 cuando empezó a producir en el país.
A pesar de lo sencillo del cambio en las líneas de producción, la compañía tendría que duplicar la producción en la India para poder llevar desde allí a EUA todos los iPhone que se venden en el país. Eso son unos 80 millones de iPhone anuales, así que tendría que producir otros 40 millones en la India. Pero Trump sabe bien que la India es un país alineado con China y Rusia y está dentro del BRICS, aunque juegue a doble banda con Occidente, por lo que lo que quiere Trump es que los iPhone se produzcan directamente en EUA, o amenaza con un arancel del 25 %. Producir 80 millones de iPhone al año en EUA no sería sencillo ni barato para Apple.
