La locura de la criptominería y todo lo criptoalgo relacionado se ha acabado. Por tercera vez. No se sabe si habrá una cuarta teniendo en cuenta que se están intentando aprobar bastantes leyes para controlar el sector. El gran perdedor de esta última criptoburbuja han sido los NFT o vales digitales de activos, que no es más que un certificado intangible de que algo intangible te pertenece. Sí, es como tener un NFT del Louvre que diga que tienes el derecho a una imagen digital certificada de la Mona Lisa, pero no el cuadro físico. Pues alguien compró el derecho digital del primer tuit de Jack Dorsey, cofundador de Twitter, por 2.9 millones de dólares y ahora no consigue deshacerse de él.

Lo intentó poner en subasta en 2022 esperando venderlo por 48 millones de dólares y solo consiguió una oferta de 6800 dólares. Luego el pasado abril intentó subastarlo de nuevo y la oferta recibida fue de 277 dólares. Ahora ha vuelto a intentar subastarlo, en un momento en el que el sector está mal, y la oferta que ha recibido es de 1895 dólares o un éter de oferta (1 ETH). Claramente va a tener que esperar muchos años para poder venderlo a los 2.9 millones de dólares que le costó para cubrir gastos. Quizás unos mil o dos mil años, o igual le toca rezar para que haya otra criptoburbuja, lo cual no es probable que sea pronto.

Los NFT pueden solucionar ciertos problemas, por ejemplo en el sector de los videojuegos sobre la propiedad de armas, aspectos y otros elementos digitales de los mismos, pero los jugones han sido totalmente reacios a su introducción. Incluso STALKER 2 flirteó con ello pero muchos atacaron a la empresa y retiró sus planes de añadir los NFT. Ubisoft también lo ha intentado, y ha ocurrido lo mismo. Quizás cuando las cosas estén más calmadas se pueda abordar el tema de los NFT desde un punto de vista más objetivo, pero no parece que ese momento esté cerca.

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Vía: TechSpot.