Softbank lleva varios años intentando soltar lastre para corregir sus cuentas, pero el fracaso de venta de su filial Arm a NVIDIA ha hecho mella en la compañía. Gran parte de su negocio se centra en finanzas e inversión, y tras la crisis financiera global que se está gestando la compañía está acelerando conseguir más fondos. Esto pasaría por una oferta pública inicial (OPI), pero no haría solo esos cambios en la empresa. También estaría preparando aumentar los precios de sus licencias aplicándolas al precio final de los dispositivos y no al de los componentes que las usen.

Al menos así lo afirma el Financial Times en un artículo que hace temer un gran aumento de precio de todos los productos derivados. Eso son todos los sistemas en chip usados en el ecosistema Android, los iPhone, las CPU para macOS y Windows, procesadores de servidores, pero no acaba ahí. Los microcontroladores con núcleos como los Cortex-M se usan en sistemas de vigilancia, rúteres, automóviles, electrodomésticos, y todo tipo de dispositivos del internet de las cosas.

Arm tiene otros tipos de patentes que licencia, como por ejemplo de seguridad, conectividad inalámbrica y aprendizaje profundo, por lo que el efecto en cadena de aumento de precios podría ser interesante. Al aplicar el coste de la licencia al precio final del producto haría que ganara varias veces más lo que gana actualmente por ello —más de 30 000 millones de dólares—. Pero los fabricantes de los dispositivos aumentarían a su vez sus precios para compensar ese coste y un extra adicional de por si acaso, como siempre ocurre.

Si Arm realmente hace esto, podría ser un revulsivo para la arquitectura RISC-V, de desarrollo abierto y sin licencias. Esta arquitectura está cobrando cada vez más relevancia por ello, ya que los fabricantes de procesadores para servidores se ahorran el coste de la licencia de la arquitectura ARM, además de que tiene otras ventajas en el terreno del rendimiento y consumo, aunque Arm siga teniendo la mejor arquitectura para este tipo de procesadores.

Vía: Ars Technica.