NVIDIA ha dado el visto bueno para empezar a vender los primeros portátiles con las RTX 40, por lo que no ha faltado las explicaciones de lo que aportan. Se ha querido centrar en la eficiencia energética de estas nuevas tarjetas gráficas, mirando a la extraña configuración Max-Q que permitirá por ejemplo la RTX 4070. Es un modelo que los fabricantes de portátiles podrán solicitarle desde los 35 W de consumo hasta los 115 W, lo cual es más rango que el de la RTX 3070.

El sentido de esto, como es obvio, es ganar eficiencia energética. Según ha indicado, la RTX 4070 configurada a 35 W ofrece el doble del rendimiento por vatio que si se configurara a los 115 W máximos (el modelo Max-P). Esto abre las puertas a una variedad de ultraportátiles con un buen nivel de rendimiento y bajo consumo, aunque también hará que modelos de la RTX 4060 o incluso la RTX 4050 puedan superar en rendimiento a esa RTX 4070, pero esas lo harían consumiendo bastante más.

Es precisamente por esto por lo que siempre digo que es absurdo no ajustar en los portátiles (y en menor medida en los sobremesas) con Afterburner el consumo, frecuencias o la curva de voltaje de las GeForce. Con solo bajar un poco las frecuencias se puede bajar notablemente el consumo, lo cual es una temperatura más baja y por tanto bastante menos ruido, que en un portátil es importante.

De todas formas es una fatídica costumbre de los portátiles (Intel, AMD y NVIDIA lo hacen con sus CPU y GPU) porque puede engañar a los compradores menos puestos en estos temas, lo cual es de hecho bastante corriente. Al menos NVIDIA está siendo clara al decir que debido a ello hay que mirar los análisis de cada portátil para comprobar su potencia real. Pero desde el punto de vista comercial, le permite vender chips con curvas de voltaje que no permitirían llegar a altas frecuencias, o incluso aprovechar los chips con curvas bastante limitadas.

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